Causa y Efecto | Robo en Labocar y compra F16 por Perú: La cultura de bajarle el perfil a lo relevante

16 septiembre 2025 | 19:40

Al parecer no se le ha tomado la real dimensión al robo que se efectuó en las oficinas del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, Labocar, ocurrido el pasado sábado 13 de septiembre.

Resulta grave que el lugar donde se hacen las pericias de pruebas para clarificar delitos haya sido violado de una manera flagrante, haciendo un forado a través de una casa vecina.

El mismo día sábado compareció un general de Carabineros en el lugar y dio garantías, asegurando que no se habían robado armas, lo que resultó falso, ya que 18 armas fueron sustraidas de ese lugar.

Hay un problema serio cuando aparece un general del alto mando con desplante y pachorra a decirle a la ciudadanía, tranquilos aquí no hay armas robadas y resulta que efectivamente fueron 18 unidades de armamento perdido.

Por otro lado, se dio a entender que esto había sido gente que hizo un hoyo para robar sin saber donde estaban entrando. Es decir, delincuentes incautos, necios, perdidos o volados dirían algunos. Pero resulta que sacaron 18 armas.

¿Qué más robaron? No lo sabemos, ya que no podemos confiar en las voces oficiales que ya no entregaron inicialmente la verdad fidedigna.

Y hay muchas dudas más, que tienen que ver con las motivaciones de la gente que entró a lo que era un recinto antiguo donde funcionó alguna vez la imprenta de Carabineros. ¿Robar armas? ¿Pruebas para desbaratar investigaciones respecto a crímenes? No lo sabemos.

La extrema fragilidad respecto a un aspecto clave en el combate contra el crimen organizado, en un lugar donde se realizan parte de las pesquisas y se analizan las pruebas, es algo muy grave.

La bajada de perfil de este acontecimiento realizada por las autoridades es algo muy malo. Están subestimando algo que parece que no es subestimable, pero no es el único caso y más bien parece haber un tipo de conducta institucional.

Un ejemplo de esto tiene que ver con las consultas que se intentaron hacer a la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, respecto del anuncio de Estados Unidos de que le venderá aviones F16 a Perú, mucho más modernos que los chilenos.

Los asesores de la ministra indicaron que no se iba a hablar de momento al respecto. Querían las preguntas primero para que la autoridad pudiera responder de mejor manera.

Dicho esto, parece haber una cultura de las instituciones donde o le bajan el perfil a los temas, o optan por evadir las preguntas a través de los equipos de prensa.

La pregunta que cabe en primera instancia en el último caso es si es que la ministra sabe del tema. Debería saber, no se descarta, pero a veces dan a entender que algunos demoran en aprender estando en el cargo, eso que decían de habitar el cargo. A pesar de lo anterior sabemos que Adriana Delpiano ya tiene años suficientes en cargos públicos.

Volviendo al caso de Labocar.

Habrá indagaciones pero sería bueno saber qué cosas se llevaron y si es que se filtraron datos para que los delincuentes pudieran ingresar a este lugar. Con la oscuridad de información que hay en este caso, quedan sobre la mesa las dudas sobre soborno, amenazas y corrupción.

Algunos recuerdan el caso de Daniel Jadue, donde se “perdieron” los audios de Daniel Jadue. No se sabe si el audio inculpaba o exculpaba al exalcalde de Recoleta. Por eso es importante que estos casos no ocurran.