Ética y transparencia de BioBioChile
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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada
por
BioBioChile
y revisado por el autor de este artículo.
El reportaje de Chilevisión reveló el Caso Bots, una manipulación de la opinión pública que socava la democracia. La ingeniería social sofisticada crea consensos artificiales y difumina la línea entre la opinión legítima y la simulación digital. Los algoritmos limitan el pensamiento crítico al mostrar contenido similar a las opiniones existentes. Las campañas digitales pueden distorsionar la percepción colectiva y manipular el conocimiento. La falta de contrapeso a la tecnología y la desinformación plantean desafíos estructurales.
Con el reportaje de Chilevisión de este miércoles, lo que se podría llamar como Caso Bots, se ha destapado un mecanismo de manipulación de la opinión pública que subvierte la esencia misma de la deliberación democrática en la sociedad occidental.
No solo se trata de propaganda encubierta sino de una práctica sofisticada de ingeniería social que fabrica consensos artificiales y erosiona la frontera entre la opinión legítima y lo que podríamos llamar simulación digital.
En medio de esta problemática están los algoritmos, que fomentan contenido muy similar a la opinión que los usuarios ya tienen, por lo que se limita el pensamiento crítico. Saber escuchar a quien podría pensar totalmente distinto a lo que cree usted, lo que fomenta la interacción y el análisis más profundo y sesudo. Para lo anterior se necesita tener información real y concreta, que no sea manipulada.
El problema es bastante estructural, tanto en Chile como en otras partes del mundo, donde la tecnología avanza sin contrapeso, mientras las instituciones permanecen ancladas en un formato análogo.
Las campañas digitales no son simples herramientas de comunicación sino instrumentos capaces de alterar la percepción colectiva y manipular el saber de las personas.
Cabe preguntarse cuántos rostros, famosos, jóvenes, influencers, salen entregando un mensaje que no sabemos si es genuino o no.
El fenómeno no es nuevo y fue analizado por especialistas en los fracasados procesos constituyentes. Ahí se encontraron ejemplos como que muchas personas comenzaban a publicar en X con el mismo hashtag, aumentando la influencia de ese mensaje.
No es que sean malas per sé las campañas de los candidatos en redes sociales, sino que hay una problemática con el algoritmo y la forma en que se utiliza para desinformar. Es relevante que nos podamos nutrir de información y opinión más allá de nuestras propias posturas.
Hoy es muy fácil publicar una noticia falsa con una tendencia en particular y que se termine creando una realidad incorrecta o derechamente falsa, una fake news.
Nadie tampoco de las grandes tecnológicas se ha hecho responsable por este punto. Es cosa de ver campañas como la de Donald Trump y otras anteriores en Estados Unidos.
El Caso Bots y la denuncia de Matthei
El tiempo finalmente parece haberle dado la razón a Evelyn Matthei, que denunció una campaña en su contra con bots de parte del candidato republicano José Antonio Kast. Se decía que la abanderada de Chile Vamos cometió un error, pero los últimos hechos indican que no estuvo tan equivocada.
Uno de los acusados de liderar una trama de bots tras el reportaje de Chilevisión es Patricio Góngora, quien tras la polémica terminó renunciando a su puesto en el directorio de Canal 13.
El concepto de “fake news” vuelve a estar en el radar. Por un lado hace un tiempo estuvo el tema de los supuestos centros de tortura en el Metro que denunció la actual vocera de gobierno Camila Vallejo, cuando era diputada. En otra arista un caso más actual, el propio José Antonio Kast intentando crear una realidad quien apunta al hermano de la candidata Jeannette Jara como artífice del reportaje, sin aportar muchos argumentos ni pruebas, excepto que trabaja en el mismo canal (aunque en áreas muy distintas).
Los candidatos deben ser más cautos. Confunden a la gente y corren el riesgo de aparecer como mentirosos. Hay un riesgo en quedarse solo con los titulares, hay que leer y profundizar más allá. Analizar y desconfiar para tener un pensamiento mucho más agudo, matizando la información que se va recibiendo.
El lenguaje crea realidad y lo que dicen los candidatos presidenciales va permeando a sus seguidores, quienes repiten estas ideas. Hay que ser responsables.