Ética y transparencia de BioBioChile

Un extranjero cruza la frontera, se reporta, porque le conviene quedar registrado y da cualquier nombre. Esa es la identidad con la que circula en Chile sin que se le tomen siquiera sus huellas digitales.

Lo ocurrido con el sicario que fue liberado es prueba de una falencia muy grave. ¿Cuántos de los extranjeros que ingresaron ilegalmente a nuestro país dieron de verdad su identidad?

No ha habido colaboración del gobierno venezolano, por lo que hay un limbo, un área gris donde no sabemos quién está al frente.

Esta persona que fue puesta en libertad en medio de un bochorno de burocracia donde se dejan espacios para que ocurran estas cosas. Pero al final transitó por el país y vivió con una identidad que no era, enfrentando así todo el proceso. Nunca fue Osmar Ferrer. Es impresionante.

Como algunos recordarán, en algún minuto se dijo que había una especie de principio, de que toda persona detenida por un delito a quien no se le pudiera acreditar su identidad, era prisión preventiva, a todo evento. Esto no ocurrió. Ya hay una transgresión de un principio que estaba establecido, mientras las instituciones se tiran la pelota entre una y otra.

Es válido preguntarse si en medio de este deterioro, esto no es un incidente aislado, lo que habla de ciertas fisuras en el andamiaje institucional, ¿Cómo estarán las cárceles? ¿Cómo estará la justicia? ¿Qué pasa con Gendarmería?

No podemos olvidar que tuvimos un subsecretario de Interior, a quien este viernes se le extendió la investigación en su contra, que viajó a Venezuela a firmar un convenio con ese país para supuestamente tener datos respecto al crimen organizado. Hay un total misterio al respecto.

Estado Desbordado

Otro punto es que así como ponemos la alerta de lo que ocurre en los penales, donde muchas veces se digitan delitos, desde hace un tiempo que hay territorios donde las policías no entran y no se puede transitar libremente.

Se produce una especie de toque de queda virtual en algunas comunas, donde las personas se ven obligadas a encerrarse en sus casas, secuestradas para buscar una sensación de seguridad que el Estado no es capaz de otorgar.

Volviendo al comienzo, quienes falsean su identidad pueden llegar a regularizarse en Chile. En la práctica cambian su entidad inicial quienes ingresan ilegalmente. De esta manera podrían cortar un pasado de quien sabe qué origen.

El fenómeno es mundial. Esta semana Alemania expulsó hacia Afganistán a varias decenas de ciudadanos de ese país que tenían un gran prontuario policial. Es decir algunos países muy severos con los discursos contra migración están tomando medidas respecto a lo que está relacionado con el crimen organizado.

Y es que el crimen organizado está mutando y teniendo otras connotaciones y se está volviendo una problemática transnacional que no es ajena al país. Un caso claro es el Tren de Aragua.