Este jueves, la exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, fue reformalizada en el marco de la investigación por delitos de corrupción que habrían ocurrido durante su gestión.
En esta nueva audiencia, la Fiscalía Oriente presentó nuevos antecedentes asociados a una presunta falsificación de los estados financieros presentados ante Contraloría. Esto aumentaría la cifra del déficit que dejó en $32 mil millones de pesos.
El problema medular acá es que hubo pérdidas y estas fueron escondidas. Hubo intencionalidad de que esto no se supiera; o al menos a esto apunta la Fiscalía.
El punto clave no es la mala administración, que puede tener matices en la interpretación. Aquí lo que se está sospechando es que hubo simplemente dolo y en eso donde hay que poner foco.
Puede que un jefe comunal no sepa de administración, pero es su responsabilidad rodearse de los mejores para poder dirigir el municipio.
Cuando se accede a determinados cargos públicos por elección popular, se goza de beneficios, granjerías, sueldo, trabajo seguro por un tiempo extendido. Todo esto debe ser a cambio de “cumplir con la pega”.
Cuando hay partidos políticos que se decantan por un candidato y lo respaldan porque tiene figuración y puede conseguir votos, como fue Barriga en su minuto, ahí hay co-responsabilidad también de la UDI en este caso.
Si desde esta colectividad sospechaban que la ex chica Mekano no tenía dedos para el piano, debieron haber puesto gente para que el “piano sonara mejor”.