Efemérides: El 3 de mayo murió Manuel Vicuña Larraín, el primer arzobispo que tuvo Santiago

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Manuel Vicuña nació en Santiago el 20 de abril de 1778, era hijo de Francisco de Vicuña e Hidalgo y de Carmen Larraín y Salas.

De joven estudió latín y filosofía en el Convictorio Carolino, teología en la U. de San Felipe y de allí se graduó de bachiller en 1802.

Se ordenó sacerdote en marzo de 1803 y apenas ordenado fue designado capellán del templo de la Compañía, que estaba abandonado desde la expulsión de los jesuitas de los territorios de la colonia española.

La labor de Vicuña transformó a La Compañía en la iglesia más transcurrida de la capital.

En un libro del año 1912 de Alejandro Vicuña, se cuenta que ya en 1821 Bernardo O’Higgins había resuelto enviar a la corte pontificia al presbítero José Ignacio Cienfuegos como plenipotenciario para pedir que se elevara a la diócesis de Santiago a un arzobispado.

Entremedio sucedió la caída de O’Higgins, una misión vaticana encabezada por Juan Muzi que no tuvo buenas relaciones con el gobierno, y años después, en 1833, la nueva Constitución hablaba de la voluntad de elevar a Santiago al rango de arzobispado.

Tres años después, siendo ministro Diego Portales, se promulgó una ley que autorizaba al Ejecutivo para pedir a Roma la erección de la Iglesia Católica de Santiago en metropolitana, es decir, en arzobispado. Además, autorizaba la creación de los obispados de La Serena y Ancud.

En 1837, el presidente Joaquín Prieto le comunicó a Manuel Vicuña que iban a presentar su nombre para que fuese nombrado arzobispo de Santiago.

El 23 de junio de 1840 se expedió en Roma la bula por la cual se erigía la diócesis de Santiago en arquidiócesis y en la que Vicuña era designado el primer arzobispo de Santiago.

Esa bula llegó a Chile el 17 de marzo de 1841 y Manuel Vicuña Larraín fijó el día 21 del mismo mes para recibir el palio del metropolitano, lo que se hizo en una solemne ceremonia.

Producto de una enfermedad contraída al comienzo de su vida sacerdotal ya venía minando la salud del arzobispo. En febrero de 1843, Vicuña había redactado su testamento y su salud empeoró aún más.

Manuel Vicuña Larraín, el primer arzobispo que tuvo Santiago, falleció en Valparaíso el 3 de mayo de 1843.

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Manuel Vicuña nació en Santiago el 20 de abril de 1778, era hijo de Francisco de Vicuña e Hidalgo y de Carmen Larraín y Salas.

De joven estudió latín y filosofía en el Convictorio Carolino, teología en la U. de San Felipe y de allí se graduó de bachiller en 1802.

Se ordenó sacerdote en marzo de 1803 y apenas ordenado fue designado capellán del templo de la Compañía, que estaba abandonado desde la expulsión de los jesuitas de los territorios de la colonia española.

La labor de Vicuña transformó a La Compañía en la iglesia más transcurrida de la capital.

En un libro del año 1912 de Alejandro Vicuña, se cuenta que ya en 1821 Bernardo O’Higgins había resuelto enviar a la corte pontificia al presbítero José Ignacio Cienfuegos como plenipotenciario para pedir que se elevara a la diócesis de Santiago a un arzobispado.

Entremedio sucedió la caída de O’Higgins, una misión vaticana encabezada por Juan Muzi que no tuvo buenas relaciones con el gobierno, y años después, en 1833, la nueva Constitución hablaba de la voluntad de elevar a Santiago al rango de arzobispado.

Tres años después, siendo ministro Diego Portales, se promulgó una ley que autorizaba al Ejecutivo para pedir a Roma la erección de la Iglesia Católica de Santiago en metropolitana, es decir, en arzobispado. Además, autorizaba la creación de los obispados de La Serena y Ancud.

En 1837, el presidente Joaquín Prieto le comunicó a Manuel Vicuña que iban a presentar su nombre para que fuese nombrado arzobispo de Santiago.

El 23 de junio de 1840 se expedió en Roma la bula por la cual se erigía la diócesis de Santiago en arquidiócesis y en la que Vicuña era designado el primer arzobispo de Santiago.

Esa bula llegó a Chile el 17 de marzo de 1841 y Manuel Vicuña Larraín fijó el día 21 del mismo mes para recibir el palio del metropolitano, lo que se hizo en una solemne ceremonia.

Producto de una enfermedad contraída al comienzo de su vida sacerdotal ya venía minando la salud del arzobispo. En febrero de 1843, Vicuña había redactado su testamento y su salud empeoró aún más.

Manuel Vicuña Larraín, el primer arzobispo que tuvo Santiago, falleció en Valparaíso el 3 de mayo de 1843.