Las vacaciones llegaron a su fin, el sol se esconde más temprano, las maletas se guardaron y el despertador vuelve a sonar. Llegó el momento de volver al trabajo, a la universidad o al colegio.
El síndrome postvacacional no es solo una etiqueta popular, es una experiencia real que afecta la salud mental y emocional de muchos.
Lo cierto es que los síntomas son innegables: cansancio inexplicable, fatiga, apatía, estrés, dificultades para concentrarse, irritabilidad, tristeza y problemas para dormir.
¿Por qué es tan complicado volver a la rutina? La psicóloga especializada en terapia para sucesos traumáticos, Shénhui Lín, nos detalló los síntomas y cómo enfrentarlo.
El síndrome postvacacional no es solo una etiqueta popular
Según expertos, esto es una experiencia real que afecta la salud mental y emocional de muchos.
La experta detalla que “los síntomas son innegables: cansancio inexplicable, fatiga, apatía, estrés, dificultades para concentrarse, irritabilidad, tristeza y problemas para dormir”.
Incluso, en casos más intensos, pueden presentarse dolores de cabeza, molestias gástricas o pérdida del apetito, agrega.
Por ello, es importante tener presente que las personas con menor tolerancia a la frustración o que regresan a ambientes laborales hostiles son particularmente vulnerables.
En sus palabras, Shénhui explica que volver a una rutina robótica frente a una pantalla después del relajo de la playa, las risas compartidas y las siestas interminables, da paso a que el primer día de regreso al trabajo se sienta como “un salto al vacío”.
Es así como “este brusco cambio de ritmo puede generar un sentimiento de desencanto y fatiga crónica, especialmente en entornos laborales monótonos”, detalla.
Además, una inadaptación duradera no solo limitará el rendimiento, sino que también afectará el bienestar emocional.
Consejos de expertos para superar el síndrome postvacacional
1. Evitar que las vacaciones terminen justo antes de regresar al trabajo. Volver un día antes puede facilitar la transición.
2. Retomar hábitos de sueño gradualmente. Dormir al menos ocho horas es fundamental.
3. Reducir el consumo de alcohol y cafeína, ya que el primero puede intensificar sentimientos de tristeza y la cafeína puede aumentar el estrés.
4. Incorporar la actividad física regular para liberar endorfinas, esto mejora el ánimo y reduce la tensión.
5. Organizar la carga de trabajo de manera progresiva y evitar llevar tareas a casa.
6. Incluir ocio y descanso en la rutina diaria.
7. Ser optimista sobre el retorno a la rutina para contrarrestar los pensamientos negativos.
8. Si los síntomas persisten o se intensifican busca ayuda profesional para evitar un problema mayor.
El ciclo circadiano: sintonizando nuestro reloj interno
La psicóloga Lín, explica que nuestro cuerpo sigue un reloj biológico llamado el ciclo circadiano.
Este regula los ritmos de nuestro organismo y rutinas en las 24 horas del día.
La luz natural y la oscuridad son esenciales para mantener este reloj en sincronía, y cualquier alteración puede influir en nuestra salud:
– Mañana (6:00 – 9:00 am): Exponerse a la luz natural ayuda a reiniciar el reloj y facilita el despertar.
– Mediodía (12:00 – 2:00 pm): Nuestro cuerpo alcanza su máxima alerta; es un buen momento para actividades que requieran concentración.
– Tarde (3:00 – 5:00 pm): Es común sentir una baja de energía. Una siesta corta puede ser buena para combatir este bajón.
– Noche (9:00 – 11:00 pm): Nos preparamos para el descanso. Reducir el uso de pantallas mejora la calidad del sueño.
La psicóloga asegura que, con paciencia, cuidado y estrategias adecuadas, podemos facilitar esta transición y proteger nuestra salud mental y emocional.
Recuerda, el estrés postvacacional puede ser temporal, pero cuidar de nuestro bienestar es una tarea constante, cerró.