Instagram: @sandro_castrox

Conoce a Sandro, el nieto influencer de Fidel Castro que "no siente cariño por su abuelo"

17 julio 2025 | 18:03

No usa trajes militares, no lleva armas en las manos y definitivamente no es un revolucionario.

Sandro Castro es nieto de Fidel Castro, el hombre que gobernó Cuba por casi cinco décadas, y lejos de asemejarse a lo que alguna vez fue su abuelo, el sujeto de 33 años se muestra como influencer en las redes sociales. Lejano a lo que fue el perfil “austero” del dictador.

En su perfil de Instagram, el nieto del hombre que lideró la Revolución Cubana cuenta con 119 mil seguidores y algunos lo tildan como “vago de la élite”.

El padre de Sandro es uno de los cinco hijos que Fidel Castro concibió con Dalia Soto del Valle, Alexis Castro Soto del Valle.

Aunque la información de la familia Castro se mantiene en el más puro hermetismo, se sabe que Sandro nació cuando su abuelo tenía 66 años. Desde entonces, reside en un exclusivo sector de Playa, en La Habana junto al resto de su familia.

En las imágenes que comparte a través de redes sociales, el joven se muestra con ropa de marca, viste zapatillas Air Force 1 y usa un iPhone. En TikTok, sube contenido bailando junto a autos de lujo, tomando café en lugares paradisíacos y bebiendo alcohol junto a sus amigos.

Imagen muy distinta a la de su antepasado, quien siempre trató de ocultar su vida personal al resto del país.

Pero no todo es lujos, entretención y exuberancia, ya que el joven también aprovecha su notoriedad para criticar la situación que vive el país. Por ejemplo, cuestionó el aumento de las tarifas de internet, los apagones y la falta de alimentos en la isla.

También le pidió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no vea a los inmigrantes como enemigos. “No todos son delincuentes, se ganan su dinero honradamente, ayudan a fortalecer la economía de tu país“, expresaba en un video mientras sostenía una bandera de Cuba y otra de México.

En Cuba, el nieto de Fidel Castro genera rechazo en el pueblo. Por su parte, la cubana Anay González Figueredo dijo a El País, que “mientras el ciudadano común sortea opiniones, escasez de insumos médicos y censura, este vástago de la élite se posiciona como influencer postrevolucionario”.

Mientras que el intelectual Ernesto Limia, dijo al mencionado medio que Sandro “no siente cariño por su abuelo, ni respeta su memoria”.