Cubierto de tierra, con las manos en los bolsillos de su polerón y caminando lentamente, evidentemente confundido, llegó hasta una tienda, un hombre, en julio del año pasado, en una zona rural de Queensland, Australia.
La imagen dejó pasmado al vendedor detrás del mesón, quien tan pronto como vio el orificio en su cara se alejó y tomó su celular para pedir ayuda.
Aunque el sujeto se negó a que llamaran a la policía, cuando se desplomó sin poder entregar mayores detalles de lo que había ocurrido, no quedó otra opción.
La escena era digna de una película de Hollywood, de hecho, en 2004 ya la había predicho Quentin Tarantino cuando dirigió la segunda entrega de ‘Kill Bill’, donde el personaje de Uma Thurman tras ser enterrada viva, rompe su ataúd y escarba entre la tierra para salir de su tumba. Así, cubierta de tierra, llega hasta un restaurante donde le pide al cocinero un vaso de agua, como si nada hubiera pasado.
Y esto fue prácticamente lo que le ocurrió al australiano, pero la verdad se supo recién esta semana, según informó la policía de dicho país tras un año de investigación.
¿Un vivo entre los muertos?
The Guardian recogió este lunes la declaración del Detective Joseph Doueihi, superintendente de la brigada de homicidios de la zona, quien detalló que el hombre había sido enterrado vivo, luego de que los perpetradores creyeran que había muerto por el disparo.
Tal como detalló, los hechos ocurrieron el 21 de julio del 2024, cuando un hombre de 23 años de Nueva Gales del Sur llegó hasta Queensland.
“El hombre recibió un disparo en la cabeza que le atravesó el ojo, con la bala alojada en el cerebro, y fue enterrado en una fosa”, reveló.
Cuando los atacantes ya habían dejado el lugar, el hombre que seguía vivo logró salir de su tumba, pues era poco profunda. Así salió arrastrándose y llegó hasta una estación de gasolina ubicada en Jimboomba, una pequeña localidad de no más de 7.500 personas.
“Cubierto de tierra… el hombre pidió al personal que no llamaran a los servicios de emergencia, pero se desplomó poco después, lo que los obligó a buscar ayuda”, tras ello fue trasladado a un hospital.
Cómo sobrevivió
Pero ¿cómo pudo sobrevivir a un disparo tan certero? Eso es lo que ha sorprendido a varios y la respuesta podría estar en la ciencia.
En 2017, un hombre, cuya identidad se mantuvo en el anonimato, también sobrevivió a un disparo directo en el ojo, según consta en un estudio publicado en esa época en JAMA Ophthalmology.
El hombre recibió al disparo luego de que la bala atravesara una puerta, lo que detuvo considerablemente su velocidad, por ello el proyectil solo alcanzó a alojarse en la zona intraorbital, es decir, una cámara que se encuentra alrededor del ojo, pero fuera del globo ocular.
A su vez, es posible que en el caso del australiano la bala no explotó como están diseñadas para hacerlo, lo que restringió el daño más allá de esta parte de su cuerpo, por ello no habría afectado a su cerebro y al mismo tiempo su demás funciones cognitivas y motoras, lo que explicaría el porqué llegó por su propio pie a la gasolinera.
Ola de crímenes
Aunque el caso de este sujeto es bastante particular por sí solo, la policía de Nueva Gales del Sur detalló que en esa época se dieron una serie de crímenes que podrían estar vinculados entre sí.
En ese entonces, se descubrió un cuchillo cartonero en lo que habría sido una casa de torturas, cuyo detalle coincide con el secuestro de otro hombre de 31 años, solo días antes del hombre que recibió un disparo en la cabeza. En este caso, los delincuentes habrían usado el elemento para cortarle parte de la oreja.
Esa semana, en Heathcote Road, en Lucas Heights un grupo de ciclistas que transitaba por el lugar encontraron restos humanos que resultaron ser de Rich Choup (32), un hombre que había sido reportado como desaparecido.
Chop fue encontrado el 29 de julio y de acuerdo a la autopsia recibió un disparo mortal y tenía una parte de la oreja derecha cortada, he ahí la relación con los otros dos casos.
En el reporte entregado a inicios de esta semana no se detalló la identidad ni el actual estado del hombre que se levantó de su tumba en julio del año pasado, aunque se puede concluir que quedó con problemas de visión o algún estrago relacionado.