Si pusieran todas las razas de caballos en una fila, seguramente los pertenecientes a la raza Akhal-Teke destacan de inmediato con el metalizado pelaje que los caracteriza.
Esto porque esta desconocida raza es considerada una de las más hermosas del mundo, no solo por la anatomía que poseen, sino que por su característica más singular, un pelaje metalizado que brilla a la luz del sol o la luna.
Pero, cuáles son las principales características de esta raza, que es uno de los tesoros del desierto de Turkmenistan, específicamente Ashgabat, una zona ubicada en la frontera con Irán.
Caballos metalizados o caballos de oro
Conocida también como los “caballos bañados en oro”, la raza Akhal-Teke destaca principalmente por su belleza y su característico metalizado.
En internet circulan videos donde se puede apreciar su pelaje metalizado, aunque algunos pecan con una saturación que los hace brillar un poco más, nadie puede negar que poseen un pelaje hipnotizante.
Sin embargo, las especies que existen en el mundo son escasas, para 2017 solo se podían contabilizar 8.000 repartidas, principalmente entre Turkmenistán y Rusia, consignó EuroNews.
Donde más se pueden encontrar es en el desierto de Ashgabat, en Turkmenistán, un país que colinda con Irán, Afganistán, Uzbekistán y Kazajistán.
Se cree que su origen proviene de esta zona, desde donde los rusos los exportaron, dejando pocas especies en este país. De ahí que los habitantes de Turkmenistan no quieran venderlos, con el objetivo de que se puedan reproducir y aumentar la cantidad de caballos en el país.
Su belleza no solo radica en su bello pelaje, sino que también en lo esbeltos y estilados que son.
Caballos con líneas alargadas, un cuello largo y delgado, dorso largo y extremidades delgadas, con tendones marcados, un aspecto atlético.
Todas estas características se conjugan para que se le reconozca como una de las razas de equinos más hermosos del mundo.
El pelaje metalizado lo es todo en estos caballos
Dicen que los caballos Akhal-Teke llaman la atención a primera vista, esto es gracias a su particular pelaje que puede ser en color crema o albino.
El tono metalizado de su pelo brinda una apariencia particular, como si los bañara oro, incluso los que poseen el pelaje albino logran verse nacarados.
Según indica el sitio Medomed, “este efecto tan curioso se debe a que las proteínas del pelaje emiten esas iridiscencias metalizadas al incidir sobre ellas la luz”.
Añaden que, aunque los ejemplares que tienen el pelaje negro no tienen exactamente el mismo efecto, sí sorprenden con un brillo único.
Esta raza es una de las más antiguas del mundo, tienen más de 3.000 años de historia y se cree que descienden de los desaparecidos caballos turcoromanos.
Un temperamento a prueba de jinete
Caballos divinos o caballos celestiales, se caracterizan por ser una raza fuerte, con una gran resistencia, valentía, lealtad y sensibilidad, comenta Terranea.
A lo largo de la historia, estos caballos se criaron para servir junto a militares, pero también para el deporte, disciplina donde suelen destacarse, e incluso en 1968 se les denominó como el mejor caballo de deporte del mundo, gracias al ejemplar Abzent.
Los turcoromanos aprendieron a manejarlos perfectamente, domándolos de forma suave y respetando al animal, evitando cualquier tipo de castigo.
Esto genera un vínculo entre el jinete y el caballo, lo que asegura lealtad y obediencia, aunque cuando el jineta deja de montar un Akhal-Teke este podría sacar a la luz su difícil carácter.
Con el paso de los años, estos caballos comenzaron a estar presentes en más lugares del mundo, como por ejemplo Australia, donde tienen un criadero exclusivo para esta raza de caballos con pelaje metalizado.
No solo es considerada la raza más hermosa del mundo: también la más cara del mercado de estos animales.
Aunque evitan venderlos, su precio puede partir fácilmente en los 100 mil dólares y llegar a los 2 millones de dólares, es decir, desde aproximadamente los 80 millones hasta 1.600 millones de pesos chilenos.