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Lo que le pasa a tu cuerpo minutos, horas, días y años de dejar de fumar

18 noviembre 2025 | 13:49

El 17 de noviembre se conmemoró el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón, patología que, al igual que todos los cánceres, se produce cuando células malignas comienzan a multiplicarse sin control en nuestro cuerpo. Por ello, dejar de fumar es el primer paso para prevenir este complejo diagnóstico.

“Cuando este ocurre dentro del tracto respiratorio, en particular del tejido pulmonar, se denomina cáncer de pulmón”, explica el Dr. Marcelo Garrido, oncólogo de Clínica INDISA.

De acuerdo a estudios del Observatorio Global del Cáncer, más de 4 mil personas se ven afectadas por el cáncer de pulmón al año en Chile, siendo la principal causa de muerte en hombres y mujeres.

Sin embargo, existe un dato que muchos desconocen: los efectos positivos de abandonar el cigarro (causa del cáncer de pulmón) se pueden observar al poco tiempo y a largo plazo, ya que cuerpo se recupera casi inmediatamente después de dejar de fumar.

¿Sabes qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar?

El doctor Garrido explica que a medida que pasan los días, semanas, meses y años, los beneficios para la salud se acumulan, y son cada vez más evidentes.

A los 20 minutos: disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
A las 8 horas: los niveles de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad.
A las 24 horas: disminuye el riesgo de un ataque al corazón.
A las 48 horas: los nervios comienzan a regenerarse, mejorando el sentido del olfato y el gusto.
A los 3 meses: mejora la circulación y la función pulmonar.
A los 9 meses: disminuye la tos y la dificultad para respirar.
A los 5 años: el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular se reduce a la mitad en comparación con un fumador.
A los 10 años: el riesgo de morir por cáncer de pulmón se reduce a la mitad.

Factores de riesgo

¿Sabías que el humo del tabaco contiene más de 7 mil sustancias químicas? Muchas de estas son tóxicas y otras cancerígenas. Entre ellas, se encuentran el alquitrán, el monóxido de carbono y la nicotina.

Los fumadores tienen un riesgo 15 a 30 veces mayor de desarrollar esta enfermedad en comparación con quienes no fuman.

“El humo del tabaco contiene muchos agentes carcinogénicos y procarcinogénicos que son responsables de las mutaciones de los genes que regulan el crecimiento celular”, puntualiza el doctor Garrido.

Tanto los fumadores activos como los pasivos absorben componentes del humo del tabaco a través de las vías respiratorias y los alvéolos, captando benzopirina (carcinógeno activo del humo del tabaco) hacia el interior de las células que recubren las vías respiratorias.

Síntomas más frecuentes: tabaquismo en primer lugar

Acorde a un estudio publicado en la revista chilena de enfermedades respiratorias, Scielo, en Chile, el 85% de los cánceres de pulmón en hombres y el 40% en mujeres estarían explicados por tabaquismo. Esta patología se da principalmente en las personas de edad avanzada.

La mayoría de los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón tiene entre 55 y 65 años o más, y un número muy pequeño menos de 45 años.

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En ese contexto, la edad promedio de las personas en el momento del diagnóstico es de aproximadamente 70 años.

El síntoma más frecuente del cáncer de pulmón es la tos, que empeora progresivamente. A continuación se detallan otras señales de alerta:

– Hemoptisis: expulsión de sangre al toser.
– Disnea: dificultad para respirar.
– Sonidos extraños al respirar.
– Infecciones pulmonares frecuentes, como la neumonía.
-Dolor en el pecho.

Prevención

Sobre la prevención de esta enfermedad, el especialista indica que “la principal forma de prevenir el cáncer de pulmón es evitar el cigarrillo a toda costa. Sin importar la edad o el tiempo que haya fumado, el dejar de fumar puede reducir su riesgo de cáncer de pulmón y ayudarle a vivir más tiempo”.

A esto, agrega que se debe mantener una dieta balanceada y realizar ejercicio de manera regular para prevenir la aparición de esta enfermedad.

“Si el cáncer de pulmón se descubre en una etapa más temprana -cuando es pequeño y antes de que se propague- es más probable que se pueda tratar eficazmente, teniendo una tasa de supervivencia considerablemente mayor”, agrega el doctor.