El próximo 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia con el fin de despejar dudas y tomar mejor y mayor conciencia sobre las necesidades de esta etapa en la vida de una mujer. Uno de aquellos puntos a aclarar, es cómo este proceso natural puede afectar la salud cardiovascular.
La menopausia se trata de la etapa en donde la menstruación cesa y consigo llegan múltiples cambios en el cuerpo.
“En la mayoría de los casos, se trata de un cambio corporal normal y natural que ocurre entre los 45 y 55 años de edad”, afirma Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, pero también existe casos de mujeres que comienzan con este proceso desde una edad anticipada.
En aquel contexto, uno de los tantos cambios que provoca esta etapa —y quizás el más silencioso— es el riesgo cardiovascular.
Así lo afirma Margot Acuña, gineco-obstetra, past president de la Sociedad Chilena de Climaterio (Sochiclim) y docente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de La Frontera, quien enfatiza que “es la principal causa de mortalidad en mujeres mayores de 40 años en el mundo, en Latinoamérica y en Chile también”.
La menopausia puede afectar la salud cardiovascular en mujeres
Bajo este contexto, la caída de los estrógenos (hormona) durante la menopausia tiene un impacto directo en la salud del corazón.
Según la especialista, estas hormonas cumplen funciones protectoras a nivel vascular: favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos, ayudan a prevenir la formación de placas en las arterias y reducen la inflamación.
Además, contribuyen a mantener un perfil de colesterol más saludable, al disminuir el colesterol LDL (“malo”) y aumentar el HDL (“bueno”), protegiendo así el sistema cardiovascular.
Por lo tanto, una mujer que inicia la menopausia debe consultar con un especialista al presentar el principal síntoma (no sangrado) y posteriormente tratarse al menos una vez al año, ya que este puede recomendar un tratamiento para aliviar sus síntomas.
Tratamiento y prevención: una mirada integral
Estos últimos incluye latidos cardíacos irregulares, sofocos, sudores nocturnos, problemas para dormir, olvido, dolores de cabeza, desinterés sexual, resequedad vaginal y cambios del estado de ánimo.
Una de las opciones es la Terapia Hormonal de la Menopausia (THM) es una alternativa médica clave para enfrentar los desafíos físicos y emocionales que surgen en esta etapa, cuando se indica de forma oportuna y personalizada.
“Es un tratamiento médico que consiste en administrar estrógenos solos o estrógenos y progestágenos cuando los ovarios dejan de producirlos en la menopausia”, indica la doctora Acuña.
Respecto de sus beneficios, sostiene que “la evidencia avala que es el mejor tratamiento para los síntomas climatéricos (bochornos, diaforesis, insomnio, dolores osteomusculares, alteraciones del sueño, labilidad emocional, olvidos frecuentes, niebla mental, entre otros); para la prevención del riesgo de osteopenia y osteoporosis; y para el manejo del síndrome genitourinario de la menopausia, que provoca sequedad vaginal, dispareunia y disfunciones sexuales asociadas”, señala la experta.
No obstante, la especialista subraya que la THM debe ser siempre personalizada, considerando el perfil de cada mujer.
“Debe indicarse en forma individualizada, en ausencia de contraindicaciones y respetando las preferencias de la paciente”, agrega.
“Ventana de oportunidad”
En el ámbito preventivo, también hay evidencia prometedora: cuando la THM se inicia dentro de la llamada “ventana de oportunidad” —es decir, desde el inicio de la menopausia y hasta los 10 años posteriores—, puede ofrecer beneficios cardiovasculares relevantes.
“En ese periodo, la terapia contribuye a mantener el efecto protector de los estrógenos endógenos, ayudando a retardar la formación de placas de ateroma y mejorando el perfil metabólico de las mujeres”, explica.
Finalmente, la especialista también invita a ver la menopausia como una oportunidad para priorizar el bienestar integral, recomendando adoptar hábitos saludables tales como mantenerse activas, llevar una alimentación equilibrada y acudir a controles médicos regulares.