Señor Director:
Lo que Andes Iron está haciendo en estos días tiene nombre: desinformar. La estrategia del titular del proyecto minero portuario Dominga ha sido confundir a la opinión pública, al instalar que el reciente fallo de la Corte Suprema implicaría la aprobación del mencionado proyecto.
Sin embargo, la resolución de la Corte no lo valida de ninguna forma, solo declara inadmisibles los recursos de casación interpuestos en contra la resolución del Tribunal Ambiental el pasado 9 de diciembre, validando la necesidad de un nuevo pronunciamiento del Comité de Ministros, instancia que se llevó a cabo en enero de este año, donde nuevamente se rechazó el proyecto en cuestión. Por tanto, Dominga continúa rechazado y no cuenta con autorización ambiental para operar.
Hay una razón clara por la que tres Comités de Ministros, en dos administraciones distintas, han decidido rechazar este proyecto: Dominga representa una seria amenaza a la biodiversidad de la costa de La Higuera (como lo expresa claramente el informe de Conaf de junio de 2025) y, particularmente, es un peligro para la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, una de las áreas protegidas más importantes del país.
Contrario a la lógica, en estos doce años de tramitación, Dominga no ha buscado resolver sus múltiples carencias, modificando, por ejemplo, su proyecto original por uno acorde a nuestros tiempos, actualizando su línea de base en consideración a los verdaderos riesgos y amenazas en el presente y cumpliendo con la normativa ambiental vigente. Por el contrario, el titular del proyecto ha decidido ejercer una presión indebida sobre diversos organismos del Estado, desinformar a la opinión pública y forzar su avance irregular en tribunales, algo de lo que volvemos a ser testigos en esta oportunidad.
Por Roxana Núñez
Abogada Greenpeace