Contexto | Pixabay

Salud animal y vegetal: las industrias sí pueden ser sustentables gracias a la biotecnología

Por Tu Voz

17 junio 2022 | 11:25

El último informe de Sernapesca, respecto al uso antimicrobianos en la salmonicultura, reveló que durante 2021 hubo un aumento de 34% en la inyección de antibióticos durante la etapa de engorda en el mar en las regiones de Aysén y Los Lagos, principalmente para el tratamiento de Spticemina Rickettsial Salmoneida (SRS) en salmón atlántico.

Lo anterior, a pesar de que a partir de 2015 se evidenció una tendencia decreciente con la reducción del 25% en el uso de estas sustancias químicas.

Desde el Consejo del Salmón, si bien señalaron que las empresas trabajan de manera activa para resguardar la salud de los salmones a través de investigación e innovación, explicaron que el mayor uso de antibióticos en 2021 se debió a varios factores, entre ellos los relacionados al cambio climático.

El salmón es una especie introducida expuesta a una serie de factores de riesgo complejos, más en producciones intensivas que son propensas a ciertas enfermedades. De hecho, más del 95% del uso de antibióticos en salmones se asocia a una enfermedad en específico, pisciriquetsiosis, la que si no se trata a tiempo genera grandes pérdidas económicas debido al aumento de la mortalidad.

El mayor problema frente al uso de antibióticos en la alimentación de animales es el daño irreparable que genera en el medio ambiente y en consecuencia en la salud humana. La mayoría de los antibióticos se da mediante el alimento, el cual se entrega directamente a los salmones en el agua.

El alimento que queda en los sedimentos marinos, más la excreción de los antibióticos ingerido vía heces y orina, representa un total del 70 al 80% del antibiótico administrado, el cual termina alterando las comunidades microbianas, la biodiversidad y generando resistencia bacteriana.

Cabe mencionar que en 2019 la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó, mediante un informe, que para 2050 las enfermedades resistentes a los medicamentos podrían causar 10 millones de muertes cada año y un daño catastrófico a la economía, si los Gobiernos no tomaban acciones inmediatas, coordinadas y ambiciosas para evitar las resistencias bacterianas.

En la actualidad, gracias al avance de la ciencia y la innovación, el mercado dispone de soluciones biotecnológicas para el reemplazo de antibióticos en la producción animal en general y químicos en la agricultura.

La decisión de cuidar el planeta es nuestra; muchas plantas y árboles poseen ingredientes activos con propiedad antibacteriana. La sustentabilidad es más que alcanzable.

Sebastián Decap, gerente de Salud Animal de Plantae Labs.