CONTEXTO | Diego Martin | Agencia UNO

Profesor rociado con combustible "quiere seguir trabajando por recuperar el INBA", expone Municipio

11 agosto 2025 | 22:15

La Municipalidad de Santiago confirmó que el profesor rociado con combustible durante incidentes en el Internado Nacional Barros Arana (INBA) se niega a tomar una pausa de sus labores tras el hecho. Según el municipio, el docente “quedó afectado emocionalmente” y solicitó expresamente evitar contacto con prensa. Sin embargo, transmitió un mensaje claro a las autoridades de la comuna, no quiere dejar el colegio y quiere “seguir trabajando por recuperar el INBA“.

El ataque ocurrió en una nueva jornada de violencia en el liceo emblemático capitalino, donde encapuchados lanzaron objetos incendiarios.

Personal de Carabineros asistió al docente, quien fue rociado con bencina en medio de este incidente. El teniente coronel Mauricio Meneses, de la 3ª Comisaría de Santiago, detalló que el hecho se registró alrededor de las 11:00 horas, cuando agresores salieron del establecimiento para atacar a efectivos policiales.

Meneses precisó que el profesor era el encargado de seguridad del INBA y que los hechos no fueron accidentales. “Aquí hay una intencionalidad”, dijo. Agregó que el docente escapó con ayuda de personal educativo y solicitó auxilio exterior. Tras ser evaluado sin lesiones, prestó declaración para esclarecer los hechos.

En tanto, la Municipalidad de Santiago anunció una querella criminal por el ataque.

Alcalde Desbordes a profesor del INBA: “No necesitamos mártires”

En entrevista con Radio Bío Bío, el alcalde Mario Desbordes reveló que conversó con el profesor tras el ataque. “Le pedí que se tomara unos días. No quiere“, declaró el jefe comunal.

En esa línea describió al docente como “demasiado entero” pese al shock, y destacó su intención de volver a trabajar este martes. Según Desbordes, le dijo al docente que “no necesitamos mártires. Yo no quiero un mártir. Quiero que estés en tu casa con tu familia”.

El jefe comunal calificó la situación del INBA como “dramática“, señalando que una “minoría chica” de jóvenes violentos mantiene “amedrentada” a la comunidad. Afirmó que estos grupos operan en “cinco o seis establecimientos” de Santiago con ideología “entre anarquista y revolucionaria”, financiados por adultos. “Son delincuentes y tienen detrás a otros delincuentes”, sentenció, descartando justificaciones sociales para su accionar.

Desbordes detalló que el liceo pasó de 2.000 a 200 estudiantes internos, atribuyendo la deserción a la violencia de “grupúsculos extremistas”. A renglón seguido, rechazó un diálogo con dirigentes estudiantiles que validan agresiones y reveló que grabó reuniones ante tergiversaciones.