El próximo miércoles 24 de diciembre, a las 13 horas, se realizará nuevamente en Concepción, región del Bío Bío, la actividad “Navidad con Amor”, la cual consiste en un almuerzo solidario con el fin de entregarles compañía y conversación a 800 penquistas en situación de vulnerabilidad.
En específico, la cita tendrá lugar en el Odeón de la Plaza de la Independencia de la capital regional.
Sira Morán, integrante de Navidad con Amor, relata las motivaciones para realizar esta voluntaria misión: “Cada año nos cuestionamos si debemos continuar con esta tradición, pero al llegar el momento, la expectativa y la necesidad de las personas nos impulsan a seguir. No podemos dejar de hacerlo, la gente espera este espacio para compartir”, comentó.
Según los organizadores del Gran Comedor Navideño, la elección de este lugar como centro de reunión de este comedor se sustenta por “ser central, amplio y cómodo. Nos ofrece sombra y responde al corazón de la ciudad sin requerir cortes de tránsito”.
El menú de este año constará de un almuerzo de pollo asado con ensalada de papas, mayo, un postre de torta, acompañado por un vaso de bebida y el tradicional Pan de Pascua.
¿Como aportar a Navidad con Amor?
Si deseas aportar de forma presencial en la comuna, puedes comprar un menú por $8.690 en cualquier sucursal de Panadería Olimpia.
Si deseas apoyar a la distancia, puedes realizar una donación a esta cuenta bancaria:
RUT: 78.661.440-6
Titular: Comercial Olimpia Limitada
Banco: Santander
Cuenta Corriente: N.º 11102395
Email: navidadconamor@gmail.com
Y, quienes deseen obtener más información de “Navidad con Amor”, pueden visitar sus redes sociales a través de este mismo nombre o escribir al correo electrónico navidadconamor@gmail.com
Historia de “Navidad con Amor”
El inicio de “Navidad con Amor” se remonta a un 23 de diciembre del 2000 con la gestión inicial de Victor Hugo Aguayo, un joven universitario de Concepción quien, junto a sus compañeros, se encontraron con personas en situación de calle y decidieron llevarles alimentos desde sus hogares para compartir con ellos.
“No sabía qué llevar, miré en el horno y gracias a Dios habían dos pollos. Robé uno y me lo llevé para la calle”, relata Victor Hugo.
Al regresar a su casa, sus padres lo recibieron con una mirada “poco amigable”. Sin embargo, sus reacciones cambiaron al escuchar el motivo de su acción. Ellos fueron los primeros en sumarse a la iniciativa y, con los años, el círculo de apoyo se amplió significativamente.
Actualmente, el grupo está conformado por 13 amigos de distintas edades, profesiones y pensamientos y han sido ellos quienes han mantenido esta misión colaborativa por 25 años ininterrumpidos.