Murió la ballena que varó en la playa de Lenga, comuna de Hualpén, en la región del Bío Bío. Expertos indicaron que los cetáceos que arriban hasta las costas suelen tener baja probabilidad de sobrevivir, y que la comunidad debe alejarse de los restos en descomposición.
Ese fue el final que tuvo el mamífero que varó en la playa de Lenga. Pese a que con esfuerzos la devolvieron al agua ayer viernes, el mar arrojó su cuerpo sin vida ayer sábado al mediodía.
El cetáceo de la especie sei, de unos siete metros y 2,5 toneladas llegó herida hasta dicha playa. Expertos explican que cuando los animales están en una situación terminal, como fue el caso de esta ballena, es muy difícil salvar su vida.
Mauricio Ulloa, médico veterinario especialista en cetáceos de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Sernapesca, lo explicó de la siguiente manera.
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Es decir, el objetivo de devolverlas al mar es hacer menos dolorosa su muerte. Incluso, el experto explicó que los esfuerzos de los vecinos por moverla al agua pueden ocasionar más dolor al animal.
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Sernapesca advirtió a la comunidad sobre el peligro de infección que acarrea acercarse al cetáceo muerto, derivadas de su estado de descomposición, por lo que sugirió mantener una distancia de 50 metros al menos.
Necropsia por Sernapesca
Sernapesca y Armada con la colaboración de CAP Acero, realizarán un varamiento controlado de este ejemplar en Talcahuano, para que la comunidad científica pueda acceder al estudio de este mamífero marino.
En estos momentos participan investigadores del Centro de Estudios de Mastosología marina y el departamento de oceanografía de la Universidad de Concepción, y también investigadores de la facultad de medicina veterinaria de la misma casa de estudios penquista.
Los expertos pretenden obtener valiosa información que será conocimiento científico, y además buscarán determinar la causa de muerte de este ejemplar.