Contexto | Francisco Castillo D. | Agencia UNO

Apoderados fueron a primera reunión del año en su nuevo colegio y sufrieron robos en sus autos

Por Emilio Lara
La información es de Pedro Cid

30 marzo 2019 | 11:18

Esta semana, los apoderados del centenario Colegio Inmaculada Concepción acudieron a la primera reunión del año académico en el nuevo emplazamiento del recinto, en el sector de Valle Escondido, lugar donde muchos fueron víctimas de robos en sus vehículos.

Los móviles estaban estacionados en el aparcadero interno del establecimiento, los que fueron encontrados con los vidirios destrozados.

El mayor de la Segunda Comisaría de Carabineros, Joel Ríos, confirmó los hechos.

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Pese a que Bío Bío consultó al respecto a la dirección del establecimiento, ésta no estuvo disponible para responder las preguntas de La Radio.

Éstas eran relativas al sistema de seguridad, alarma o rondines con los que pueden contar, lo que aparentemente no existe.

Desde la policía uniformada aseveraron que sugirieron medidas de prevención de este tipo de hechos en reuniones a las autoridades del colegio.

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Pero el robo de especies desde los automóviles no es el único motivo de preocupación, porque la distancia existente desde el recinto hasta la locomoción colectiva obliga a las estudiantes a caminar un largo trecho.

Aquello inquieta a los apoderados considerando las denuncias por la presencia de un pervertido que acosaría y realizaría actos de connotación sexual al interior de los taxibuses donde viajan las alumnas.

En su antiguo emplazamiento, que además de salas e instalaciones de corte educativo contaba con áreas verdes y una antigua capilla con vitrales, Empresas Madesal construirá 200 departamentos, un centro comercial, un supermercado, un gimnasio, 10 mil metros cuadrados de oficinas y cuatro niveles de subterráneo.

Madesal, aparte de adquirir el terreno en el centro de la capital penquista, también construyó el nuevo colegio.

De esta forma, no se cumplió el objetivo que en 2015 se impuso el arzobispo Fernando Chomalí.

En la instancia, el jefe de la Iglesia Católica local aseguró que trabajaría “arduamente” para evitar el cierre del colegio. “No permitiré que el establecimiento termine convertido en un mall”, sentenció.