A la espera de informes de Conadi, respecto a la condición de machi de Millaray Huichalaf, se encuentra la investigación por la muerte de una adolescente y un hombre en medio de una ceremonia de sanación en el río Pilmaiquén.
El pasado 19 de agosto cambió la vida para las familias de Mariana Huaituyao (15) y Juan Maripán (49).
En dicha jornada, ambos fueron arrastrados por el correntoso río Pilmaiquén, esto mientras la menor era sometida a un ritual para sanar dolores de huesos, a cargo de la autodenominada machi Millaray Huichalaf.
Lo anterior, a pesar de que el acuerdo con los padres de Mariana era un baño de hierbas, pero un supuesto sueño de la machi cambió los planes, desencadenando la tragedia.
Luego vinieron las querellas en contra de Huichalaf, quien según familiares de ambos fallecidos NO tomó las medidas de seguridad y de hecho habría continuado con el ritual mientras Mariana era arrastrada y Juan Maripán se lanzó para intentar rescatarla.
A tres meses de estos hechos, la investigación penal sigue en desarrollo, con dos querellas contra la supuesta machi y las indagatorias del Ministerio Público que la mantienen como imputada, aunque hasta ahora no ha sido formalizada.
El abogado de los padres de Mariana, Eduardo Bustos, explicó que están a la espera de un informe antropológico solicitado a Conadi, respecto a la condición de supuesta autoridad ancestral de Huichalaf.
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Además, el querellante solicitó entrevistas a testigos clave, referidas a personas que estuvieron presentes en el ritual. Todo, para recopilar los antecedentes que permitan formalizar a Millaray Huichalaf.
Cabe recordar que su presencia en la zona sur de Río Bueno ha sido cuestionada por comunidades lepuneras o huilliches que no la reconocen como autoridad ancestral ni mucho menos como machi, sino que más bien como una persona que ha infundido temor en el sector mediante el uso de armas, rituales y usurpación de terrenos.
Asimismo, también tiene una condena por encubrimiento en el ataque incendiario al fundo Pisu Pisué de Río Bueno en 2013.