Organizaciones territoriales mapuches de las comunas de Panguipulli y Los Lagos, región de Los Ríos, rechazan la consulta indígena sobre el nuevo sistema de tierras y decidieron no participar del proceso.
Sin ejecutar quedó la primera jornada de la consulta indígena que se pretendía realizar en el gimnasio de Panguipulli.
Lo anterior, luego que las personas pertenecientes al pueblo mapuche que llegaron al lugar convocadas por el Estado decidieran no participar de la actividad, argumentando que la instancia es solo consultiva y no vinculante.
Mediante una declaración pública que fue enviada a Radio Bío Bío, cuestionan que las decisiones sean tomadas en el nivel central, por lo tanto, no se respetan los derechos indígenas, se vulneran principios del Derecho Internacional y la carta de las Naciones Unidas para Pueblos Indígenas del Convenio 169 de la OIT; entre otras.
El vocero del parlamento de Coz Coz, Jorge Weke, dijo que el Gobierno centralista impuso la Comisión Para la Paz y el Entendimiento a espaldas del pueblo mapuche y por eso la califican como ilegítima.
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El dirigente mencionó que una de las razones por las que no quieren participar del proceso es porque, con las medidas que se pretenden implementar, subirá el valor de los terrenos que podrían ser comprados por la Conadi, lo que hipotecaría el futuro de las nuevas generaciones.
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En el documento firmado de manera conjunta por las personas asistentes al encuentro, mencionan que la consulta pondrá punto final a las reivindicaciones territoriales de lo que históricamente se reconoce como territorio ancestral mapuche y también a la deuda histórica.
Por lo mismo, solicitan a los representantes de distintos territorios que rechacen la propuesta realizada por el Estado, además, los invitan a informarse y a denunciar porque consideran que el Gobierno continuará haciendo consultas paralelas.
Según Jorge Weke, los representantes del Estado que pretendían realizar la actividad este miércoles en Panguipulli, ni siquiera alcanzaron a iniciar la instancia, por lo tanto, luego de escuchar la posición de los asistentes, guardaron todo y se retiraron del lugar.
La desconfianza llegó a tal punto que quienes llegaron al gimnasio incluso se negaron a firmar la hoja de asistencia para que les devuelvan los pasajes, porque temen que esos antecedentes puedan ser mal utilizados para validar la actividad.