El directorio de Essal pidió la inhabilidad del superintendente subrogante de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, en los dos procedimientos administrativos en su contra por el prolongado corte de agua de julio del año pasado.
El argumento de la compañía, se basa en que no cumple los principios de probidad, imparcialidad y abstención que las normas legislativas de Chile establecen para un funcionario público en los dos procesos abiertos contra Essal: el sancionatorio y el de caducidad de las concesiones de producción de agua potable en la ciudad de Osorno.
En los escritos presentados ante la Superintendencia, la empresa esgrime declaraciones de Rivas en las que sostiene que -incluso desde el primer día del incidente- emitió juicios de valor que pondrían en duda los principios de imparcialidad y abstención que, según las leyes de Chile, obligan a todo funcionario público en la tramitación de procedimientos administrativos, como este caso en particular.
Asimismo, Essal se hizo presente en el escrito presentado por el grupo Suez ante la Superintendencia de Servicios Sanitarios en el que se solicitó la inmediata suspensión del procedimiento de caducidad contra la compañía.
Esto último, considerándolo como parte de las consultas amistosas entre el grupo y el Gobierno de Chile a efectos de -en el futuro- someter la controversia a un arbitraje internacional ante el Banco Mundial con sede en Washington, de conformidad con el acuerdo suscrito entre el Reino de España y la República de Chile para la protección y fomento recíprocos de inversiones.