La Corte de Apelaciones de Valdivia acogió un recurso de protección presentado por el INDH y dejó sin efecto la sanción disciplinaria impuesta por la Armada a una suboficial que denunció haber sido víctima de violación durante un rito de promoción organizado por efectivos de la Gobernación Marítima de la ciudad.
El fallo es especialmente llamativo porque no se limita al caso puntual, sino que atribuye el problema a fallas estructurales dentro de la institución.
El tribunal sostuvo que la institución “tolera una tradición machista” y ordenó borrar la sanción, reformar reglamentos y aplicar medidas de género.
“Una tradición machista”: Corte tras denuncia por violación en la Armada
En fallo unánime, la Primera Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Samuel Muñoz Weisz, Rodrigo Schnettler Carvajal y el abogado (i) Ricardo Hernández Medina, acogió el recurso de protección y sostuvo que la Armada “tolera una tradición machista”, marcada por rituales patriarcales, apadrinamientos y prácticas que exponen a las mujeres a mayores riesgos de violencia.
Según el tribunal, ese contexto influyó directamente en que la denunciante fuera tratada como si hubiese provocado la agresión sexual que denunció, por un “baile provocativo”, pese a que se encontraba privada de sentido tras ingerir un líquido preparado por superiores.
La Corte calificó la actuación de la Armada como violencia institucional por razón de género, señalando que las autoridades disciplinarias responsabilizaron a la víctima del delito que ella misma denunció, aplicando estereotipos y prejuicios de género en su contra.
Corte ordena medidas inmediatas y restituir funciones a suboficial
Entre las medidas más directas, el tribunal ordenó eliminar cualquier registro de la sanción aplicada a la suboficial y restituir por completo sus funciones, incluyendo el uso de armamento y realización de guardias, salvo indicación médica estricta.
La Corte ordenó además que la Armada, en coordinación con el Ministerio de la Mujer, implemente medidas para enfrentar su cultura organizacional machista y sexista, y finalmente, instruyó al Ministerio de Defensa a modificar el Reglamento de Disciplina de la Armada en un plazo de seis meses para adecuarlo a la normativa vigente en igualdad y violencia de género, además de remitir los antecedentes a la Contraloría para investigar el actuar de los mandos disciplinarios involucrados.