Aun sin codificación en el sistema de salud y con una lista de espera para su cirugía que sigue aumentando debido a la pandemia, se mantiene la endometriosis, una enfermedad invalidante que afecta al 10% de las mujeres en edad fértil.
La enfermedad, que este 14 de marzo tiene su día mundial, se genera en el tejido que cubre la superficie interna del útero, llamado endometrio, y que provoca dolor menstrual que no se detiene con nada y provoca incapacidad laboral y familiar.
Un dolor que al ser normalizado hace que su diagnóstico demore 8 años y genere afectación a otros órganos, incluyendo, en varios casos, imposibilidad de tener hijos.
Lo peor es que no cuenta con codificación en el sistema de salud, lo que provoca problemas en la cirugía que la soluciona, los especialistas que hacen esta intervención son pocos y los centros de salud público que pueden ejecutarlos también son limitados. Ya había lista de espera, pero con la pandemia esta aumentó.
El médico ginecólogo y especialista en cirugía endoscópica de alta complejidad, Edison Krause, detalló que pese a haber tenido avances junto a la Fundación Chilena de Endometriosis y la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología con el entonces ministro de Salud, Emilio Santelices, Fonasa, y parlamentarios a principios de 2019, no han existido nuevos avances para lo que -según él- debiera ser una prioridad.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
Ejemplo de todas estas complicaciones es Ariela Fernández, de 33 años, afiliada a Fonasa y que hace 4 años supo que tenía endometriosis tras casi toda una vida soportando los dolores supuestamente normales, iba a operarse en un plazo de 6 meses. De eso ya han pasado casi dos años.
Por ahora solo puede paliar el dolor con medicamentos que simplemente bajan la intensidad y aumenta la probabilidad de ser mamá por segunda vez, como pretendía con su familia.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
Como Ariela hay otros casos de mujeres que no pueden acceder a la laparoscopía para solucionar su enfermedad, los mayores problemas se dan en regiones. La opción de recurrir al sistema privado es poco viable, por sus altos costos y casi nulos reembolsos a través de Fonasa.
El endeudamiento asoma casi como única alternativa, en un sistema de salud que paradójicamente, por estos días, es destacado internacionalmente debido a la vacunación masiva contra la covid-19.