Israel liberó el lunes a casi dos mil palestinos como parte del acuerdo de intercambio de rehenes con Hamás. Sin embargo, uno de los ausentes más importantes en la nómina es Marwan Barghouti, quien de acuerdo al Gobierno israelí, no fue ni será parte de un canje.
Tal como detalla EFE, la mayoría de los 1.968 prisioneros palestinos liberados son de la organización político-militar palestina Fatah. Además, 1.718 fueron detenidos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Pero el caso de Barghouti es especial. El político, de 66 años, despierta gran admiración y respeto entre muchas de las facciones palestinas. Por lo mismo, a Hamás no le interesaría su liberación.
Considerado como un potencial sucesor de Mahmud Abbas a cargo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), fue detenido en 2002 durante la segunda Intifada en Ramala tras ser acusado de estar detrás de un ataque que provocó la muerte de cinco personas.
Dos años después fue juzgado y condenado por cargos de asesinato a cinco cadenas perpetuas más otros 40 años de cárcel por intento de asesinato y actividad en una organización terrorista. Barghouti mantuvo en todo momento que el juicio era ilegal, negándose a defenderse de los cargos que se le imputaban.
El líder palestino, quien se unió a Fatah cuando tenía apenas 15 años, llegó a desempeñarse como líder político del movimiento, componente principal de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que fue fundada en 1958 por Yasser Arafat.
Medios internacionales como Corriere della Sera consignan que su carisma preocupó en el pasado a Mahmud Abbas, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (AP).
De hecho, Abbas prefirió dejarlo encerrado cuando Ehud Olmert, primer ministro de Israel desde enero de 2006 hasta marzo de 2009, se ofreció a liberarlo.
Lo anterior debido a que Olmert, así como los jefes de los servicios secretos, estaba convencido que el prisionero palestino más famoso podría ser el líder capaz de unir las facciones y de contrarrestar a Hamás.
En ese sentido, la concesión le conviene al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien continúa con su estrategia de debilitar a la Autoridad Palestina.
Pero no ha salido en libertad, y parece muy difícil que lo haga. Él y otros once líderes de Fatah permanecen encerrados. El gobierno israelí acordó eliminarlos de la lista ante la propia petición de Hamás y los reemplazó con presos que pertenecen a la organización islámica.
Si bien la mayoría de los liberados pertenece a Fatah, Hamás ha conseguido dejar en prisión a sus más duros oponentes políticos, detalla el citado medio.
Simon Engelkes, director de la oficina de Ramallah de la Fundación alemana Konrad Adenauer, dijo el año pasado al citado medio que Barghouti “es considerado el político palestino más popular y un líder político que podría superar la división interna palestina y unir a muchos palestinos detrás de él”.
¿Por qué Israel no libera a Barghouti?
En primer lugar, Israel considera a Barghouti como un líder terrorista, responsable de graves ataques contra civiles y militares.
No obstante, expertos consultados por Associated Press apuntan a una segunda razón. Y es que al ser un defensor de una solución de dos estados incluso mientras apoya la resistencia armada, podría ser una figura unificadora para los palestinos, lo que no sería bien visto en Israel.
De hecho, hay algunos palestinos que lo califican como su propio Nelson Mandela.
Otro aspecto a considerar es que las autoridades israelíes temen que tras una eventual liberación, se repita lo que ocurrió con el exlíder de Hamás Yahya Sinwar, quien fue puesto en libertad en un intercambio en 2011.
Sinwar posteriormente fue una de las “mentes” detrás de los ataques del grupo islámico del 7 de octubre de 2023 en Israel, lo que desencadenó la furiosa respuesta ordenada por Netanyahu en Gaza.
Pese a su largo encarcelamiento, se mantiene como una figura unificadora para los palestinos. De hecho, en 2021 registró su propia lista para las elecciones parlamentarias que luego fueron canceladas.
Anteriormente impulsó una huelga de hambre de más de 1.500 prisioneros durante 40 días para exigir un mejor trato en el sistema penitenciario israelí.
“Es visto como un líder nacional creíble, alguien que puede liderar a los palestinos de una manera en la que Abbas ha fallado consistentemente”, señaló Mouin Rabbani, investigador de la organización Democracy for the Arab World Now.
Rabbani sostiene que Israel está “ansioso por evitar” eso. Según explica, la política israelí, durante años, ha sido la de mantener divididos a los palestinos y débil a la administración de Abbas.
En agosto pasado, fue visitado en la cárcel por el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, quien se burló de quien fuera líder del movimiento Fatah. El hecho fue calificado como inaceptable por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.