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¿Resistencia o espías? Dos generales iraníes levantan sospechas tras sobrevivir a ataques de Israel

01 julio 2025 | 14:02

Controversia han generado los casos de dos generales iraníes, Ali Shamkani y Esmael Qaani, quienes sobrevivieron a los ataques de Israel registrados en la denominada “Guerra de los 12 días” entre el Estado judío e Irán, donde murió parte importante de la cúpula castrense iraní.

De acuerdo con los informes, ambos lograron escapar de los precisos bombardeos perpetrados por el ejército israelí, que prácticamente desmanteló la cadena militar de la República Islámica de los Ayatolá.

Shamkani se desempeña como asesor del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras que Qaani es el jefe de la División Quds del Pasdaran, entidad que se encarga de dirigir a las milicias chiítas en el exterior.

El caso de Ali Shamkani

El cercano a Jameneí fue herido durante los ataques israelíes. Posteriormente, apareció en el ojo público, apoyándose con un bastón, en el funeral de estado de los militares abatidos por el ejército de Israel.

Para sorpresa de muchos, no se encontraba debilitado. Cuando estaba en la cama del hospital, dijo: “Seguiremos adelante con el programa nuclear”.

A ese mensaje le siguió otro: “Israel sabe por qué me atacó y yo también lo sé, pero no puedo decirlo”. Estas declaraciones, para algunos, sería en referencia a su rol dentro del exclusivo grupo enfocado al supuesto desarrollo de arsenal nuclear, consigna Corriere Della Sera.

Según contó Shamkani en televisión, sobrevivió al ataque israelí contra el edificio donde vivía, pese a que este se derrumbó.

Su relato ha levantado cuestionamientos en torno a la veracidad de los hechos. “No tiene heridas, cicatrices ni moretones: se supone que alguien -supuestamente el Mossad– le informó poco antes y lo salvó”, señala un periodista de Teherán.

Shamkani, nacido en 1955 en Ahvaz (región árabe), fue comandante de la Armada de Pasdaran, pasando luego a ocupar altos cargos, manteniéndose siempre en la cima.

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Fue designado como asesor de seguridad en 2013. Sin embargo, una década después fue removido, debido a contactos que habría mantenido un colaborador suyo con círculos extranjeros bajo sospecha, sindicados como británicos.

Pero aquello sólo sirvió para un receso. Tiempo después volvió a ascender en la cadena de mando, alcanzando la coordinación de contactos diplomáticos con Estados Unidos (EEUU), en particular sobre los informes nucleares.

Según señalaron fuentes al citado medio, Shamkani es “tan poderoso como corrupto”. Esto le ha valido el apodo de “El Mafioso”. Esto, principalmente por sus actividades relacionadas a la venta de petróleo, negocio que gestiona junto a su hijo Hossein. Este último mantiene bajo su poder una red de empresas con la que facilita que los productos petrolíferos sean exportados desde Irán y Rusia por medio de países que no han aplicado sanciones de Occidente.

El caso de Esmael Qaani

Respecto a Esmael Qaani, reemplazó al general Qasem Soleimani, quien fue asesinado en 2020 por EEUU. Nació en Mashhad y estuvo en el conflicto con Irak.

Arribó al Qods, donde participó en la creación del “anillo de fuego” alrededor de Israel, una organización de milicias armada -drones y misiles- que tenía planeado supuestamente atacar al Estado judío desde Irak, Siria, Líbano y territorios palestinos ocupados ante una guerra.

No obstante, Qaani no posee el prestigio de su predecesor, viéndose envuelto en una evaluación negativa, donde se han sumado los exiliados y la propaganda hostil.

En septiembre de 2024 se rumoreó sobre su muerte tras el ataque israelí que mató a líderes de Hezbolá en Beirut. Incluso, se apuntó a él como un traidor.

Pese a ello, apareció en el funeral de Abbas Nilfousahan, quien fuera uno de sus lugartenientes y que fue asesinado junto a Nasrallah por el ejército de Israel.

Aquello llevó a otra teoría: lo planteado contra Qaani habría sido una estrategia para restar crédito a los rivales y así desmentirlos.

Y volvió a ocurrir. Fue dado por muerto supuestamente tras los bombardeos israelíes de las últimas semanas, pero apareció en Teherán, portando una gorra negra, en una movilización patriota.

Al respecto, fuentes del citado medio sindican que estos escenarios, desde el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh (en Teherán), además de la eliminación de los líderes de Hezbolá, han reforzado la teoría de que Qaani podría ser realmente un espía del Mossad.

En redes sociales no se hicieron esperar y han respaldado la idea conspiratoria. “Nuestro hombre en Teherán”, dice un video sobre él creado con Inteligencia Artificial (IA), asimilándolo con Eli Cohen, un conocido espía que alcanzó la cima del ejército sirio.

Sin embargo, en internet se encuentra una declaración atribuida a Qaani: “En nombre de Alá, no dejaré de luchar por Irán y por Alí Jamenei. El régimen sionista está difundiendo mentiras sobre mí. No soy del Mossad, soy su pesadilla”.

Desde el propio Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, salieron al paso: “Qaani no es nuestro espía”, dice una publicación de la inteligencia de Israel en X.

Cabe precisar que la “guerra de los 12 días”, desencadenada luego de los bombardeos israelíes del pasado 13 de junio contra Irán, tenía entre sus objetivos destruir el programa nuclear iraní. Sin embargo, diversos informes aseguran que tanto los ataques de Israel, como los bombardeos de EEUU, sólo lo habrían retrasados en unos pocos meses.