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Controvertido asesor de Boris Johnson se saltó la cuarentena y desata polémica en Reino Unido

Por Diego Vera
La información es de Agence France-Presse

26 mayo 2020 | 10:04

Un colaborador de Boris Johnson dimitió el martes, poniendo de manifiesto las fuertes tensiones causadas dentro del gobierno británico por Dominic Cummings, poderoso y controvertido asesor del primer ministro al que se acusa de haber vulnerado las reglas del confinamiento.

La polémica estalló cuando los diarios Daily Mirror y The Guardian revelaron el viernes que Cummings, el cerebro de la campaña por el Brexit en el referéndum de 2016, viajó 400 kilómetros en abril pese a que el confinamiento obligaba a los británicos a quedarse en casa.

Y fue creciendo durante un largo fin de semana, hasta que el lunes, feriado en el Reino Unido, el propio Cummings defendió en rueda de prensa haber actuado “legalmente y razonablemente”.

Afirmó que, temiendo estar infectado de Covid-19, se instaló con su esposa y su hijo de cuatro años en la casa de sus padres en Durham, en el noreste de Inglaterra, porque buscaba a alguien para cuidar del pequeño.

No se arrepintió ni pidió disculpas y afirmó que no había considerado dimitir, a pesar de la multitud de llamamientos en este sentido incluso en el seno de la mayoría conservadora.

Según un sondeo del instituto Yougov publicado el martes, 59% de los británicos quieren que dimita. Ese porcentaje es de 52% entre los partidarios del Brexit, del que Cummings es considerado un artífice.

“Estaban todos equivocados”

El “asesor especial” contó con el respaldo personal de Johnson, quien en una comparecencia dijo lamentar el domingo la “confusión” y la “rabia” que habían agitado al país durante tres días en que no se habló de otra cosa.

“El primer ministro considera que Dominic Cummings actuó con responsabilidad e integridad”, insistió el martes su portavoz.

Pero pronto quedó claro que el ejecutivo no había logrado apagar el fuego.

“No había hecho comentarios públicos sobre la situación con Dominic Cummings porque esperaba a conocer todos los detalles”,
afirmó el secretario de Estado para Escocia Douglas Ross al publicar su carta de dimisión en Twitter.

Pero “todavía hay puntos en la explicación que me causan un problema”, subrayó.

“Los habitantes de mi circunscripción no han podido despedirse de sus seres queridos, las familias no han podido llorar juntas,
la gente no ha podido visitar a sus seres queridos enfermos porque estaban siguiendo las recomendaciones del gobierno”, afirmó Ross en su carta.

“No puedo, de buena fe, decirles que estaban todos equivocados y que un consejero del gobierno tenía razón”, agregó.

El primer ministro “lamenta la decisión” de Ross, afirmó un portavoz de Johnson.

“Bajo presión”

El Reino Unido, segundo país del mundo más golpeado por el Covid-19 con cerca de 37.000 muertos -más de 46.000 contando los casos confirmados y sospechosos-, está confinado desde hace dos meses.

Johnson anunció una desescalada a partir del 1 de junio con la reapertura de las escuelas primarias y, dos semanas más tarde, de los comercios no esenciales.

Sin embargo, la ministra del Interior, Priti Patel, subrayó el viernes que se sigue pidiendo a los británicos evitar los “viajes no esenciales”.

Un jubilado vio a Cummings el 12 de abril -día del cumpleaños de su esposa- cerca del castillo medieval de Barnard, a unos 50 km de Durham
, y según The Guardian y Daily Mirror presentó una denuncia por infracciones de las leyes de salud.

El ministro del Gabinete, Michael Gove, número dos del gobierno, acudió el martes al rescate de Cummings, al que describió como un “hombre de honor e integridad”.

“Creo que la mayoría de la gente entenderá que estaba bajo presión y quería poner la salud de su esposa e hijo en primer lugar”,
dijo a la BBC.

Sin embargo, pese a los esfuerzos del ejecutivo, la tormenta sigue batiendo, incluso entre las filas del Partido Conservador de Johnson: unos 15 diputados pidieron la dimisión del asesor y mano derecha del primer ministro.