A los 84 años falleció Dick Cheney, exvicepresidente de Estados Unidos durante la presidencia de George W. Bush entre 2001 y 2009.
Según informó durante esta jornada su familia, Cheney murió el lunes 3 de noviembre por complicaciones de una neumonía y problemas cardiovasculares.
“Durante décadas, sirvió a nuestra nación como jefe de gabinete de la Casa Blanca, congresista por Wyoming, secretario de Defensa y vicepresidente de EEUU”, indica el comunicado.
Según detallan medios como The New York Times, vivió aquejado de problemas coronarios durante casi toda su vida adulta, sufriendo cinco infartos entre 1978 y 2010.
Desde 2001 llevaba un dispositivo para regular su ritmo cardíaco. No obstante, sus problemas de salud no parecían afectar su desempeño como vicepresidente.
En 2012, tres años después de su jubilación, se sometió a un trasplante de corazón exitoso y desde entonces se había mantenido razonablemente activo.
Considerado por muchos como el vicepresidente más poderoso de la historia de EEUU, jugó un rol clave en la guerra del país contra Irak.
Durante su época como secretario de Defensa con George H. W. Bush, dirigió la intervención militar estadounidense en el Golfo Pérsico en 1991.
Posteriormente, como vicepresidente de Bush hijo, fue uno de los principales artífices de la “guerra contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas.
El citado medio consigna que para prevenir futuros ataques, Cheney abogó por políticas que incluían “vigilancia sin orden judicial, detención indefinida y tácticas de interrogatorio brutales”.
De hecho, cuando en diciembre de 2014 se hizo público un informe sobre las prácticas de detención y tortura llevadas a cabo por la CIA contra presuntos miembros de Al Qaeda tras los ataques en el WTC, Cheney calificó a los agentes de la agencia norteamericana como “héroes”, rechazando que fueran “torturadores”.
“Deberían ser felicitados, deberían ser condecorados”, mencionó en aquella oportunidad.
A su vez, impulsó la invasión de EEUU en Irak para derrocar a Saddam Hussein en 2003.
Pese a ser representante de la política de “halcones” republicanos, con el paso de los años su línea conservadora fue alejándose del rumbo del Partido Republicano, especialmente por sus críticas a Trump, a quien calificó de “cobarde” y “la mayor amenaza que ha conocido la república”.
En los comicios de 2024, Cheney había logrado movilizar a muchos estadounidenses al anunciar que votaría por la demócrata Kamala Harris, afirmando que Trump “no era apto” para la Casa Blanca.