El líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jong-un, intercambió saludos con el jefe de la delegación surcoreana, Woo Won-shik, en la previa del desfile militar en Pekin por el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.
Según detalló mediante un comunicado la oficina de Woo, presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, ambos “se dieron la mano” antes de la ceremonia en la plaza de Tiananmen.
En la instancia, Woo le comentó a Kim: “Han pasado siete años desde la última vez que te vi (desde 2018)”, ante lo cual el líder norcoreano respondió escuetamente: “Sí”.
Tal como consignan medios de Seúl, como The Chosun Daily, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien también asistió a la capital china como invitado al desfile, le preguntó a Woo respecto a las relaciones intercoreanas.
“Esperamos que las dos Coreas puedan abrir una era de paz y prosperidad, incluso en diversas situaciones difíciles. Establecer la paz en la península es de vital importancia y lucharemos por ello”, respondió Woo.
Esta es la primera vez que Kim y Woo se ven las caras luego que compartieran en una cena de bienvenida durante la cumbre intercoreana de 2018, cuando el surcoreano era líder del Partido Demócrata del país asiático.
Sin embargo, en aquella oportunidad no se produjo “ninguna conversión profunda”.
Tensas relaciones entre Seúl y Pionyang
El intercambio se produce luego de las duras críticas de Pionyang a su vecino del sur, acusándolo de ser un “Estado hostil”. De hecho, recientemente, la influyente hermana de Kim elevó aún más la tensión con Corea del Sur tras rechazar tajantemente alguna posibilidad de mejora en las relaciones de ambos países.
A través de un comunicado compartido por la agencia estatal KCNA, Kim Yo-jong negó que Corea del Norte haya quitado los altavoces propagandísticos que tienen instalados en la frontera, desmintiendo así a Seúl.
De acuerdo a Deutsche Welle, la frontera entre las dos Coreas es escenario de una guerra de altavoces, en la que Seúl difunde K-pop y boletines informativos hacia el Norte, mientras que este último emite ruidos “inquietantes”.
El Ministerio de Defensa surcoreano anunció el pasado martes 5 de agosto que había comenzado a retirar los altavoces de su lado de la frontera para “ayudar a aliviar las tensiones con el Norte”. Posteriormente, su Estado Mayor afirmó que el ejército norcoreano había empezado a hacer lo mismo.
“Aprovecho esta oportunidad para comentar el hecho de que la República de Corea está engañando a la opinión pública al decir que hemos quitado los altavoces instalados en la zona fronteriza sur”, indicó Kim.
“Nunca hemos quitado los altavoces instalados en la zona fronteriza y no estamos dispuestos a quitarlos”, aseveró. “Hemos aclarado en varias ocasiones que no tenemos voluntad de mejorar las relaciones con Corea del Sur, fiel servidor y aliado de los Estados Unidos”, advirtió.