Tras el pitazo final del duelo entre el Manchester City y el Borussia Dortmund, un árbitro asistente sorprendió a muchos y corrió para que Erling Haaland le firmara la tarjeta amarilla.

El jugador fue perseguido en el túnel que lleva a los vestuarios por el juez de línea rumano Octavian Sovre, que le reclamó un autógrafo.

La situación causó revuelo en el medio, pero todo tiene una explicación.

El árbitro se dirigió a Haaland y le explicó que estaba llevando a cabo un proyecto solidario en Rumania. Es por eso que el jugador accedió a firmarle la tarjeta amarilla y la roja. No se trataba de ningún trato de favor ni de simple admiración.

Señalar que Sovre colabora con una fundación que trabaja con personas con autismo, y aprovecha su influencia como árbitro para pedir ayuda a las estrellas del fútbol, recolectando objetos (camisetas o autógrafos) que van a subastas solidarias. El dinero recaudado va directo a la fundación.

A través de su cuenta de Twitter, el árbitro explicó de qué se trataba este proyecto y señaló que “Messi estaba muy interesado en lo que estaba haciendo la organización” y reveló que le firmó “9 tarjetas cuando nos conocimos después de un partido”.