Leopoldo Luque, médico personal de Diego Maradona, que lo operó de la cabeza el 3 de noviembre y luego dio el alta el 12 del mismo mes, rompió el silencio tras los allanamientos en su domicilio y consultorio, y posterior imputación por “homicidio culposo”. El cirujano ademas dio detalles de la violenta pelea que tuvo con ‘El Diez’ antes de su muerte.

“Es un incidente es algo que les voy a contar. Son cosas que no puedo ni leer. Porque, primero, estoy muy mal porque se murió mi amigo. Una persona que acompañé hasta el último segundo”, arrancó diciendo Leopoldo Luque con la voz entrecortada por el llanto ante la consulta de Cecilia Insinga, de TN, sobre el violento episodio que testigos describieron en sus declaraciones ante la Justicia.

“Diego era muy difícil y me echó un montón de veces de su casa, pero después me llamaba. Yo hacía sugerencias que él aceptaba o no. Yo lo acompañaba, así funcionaba. El resto de las cosas que hablan son estupideces que dañan la memoria de Diego. Era un paciente de alta”, sentenció Luque. “Diego sabía quién era yo. Esa pelea que se dice fue una pelea común como las que teníamos siempre, donde me echaba y después volvía”, reiteró con fuerza.

“Lo que pasó fue que yo entré a la casa, y no quería recibir a nadie. Yo era el único que podía entrar, como profesional. Entré ‘Diego, ¿qué pasa?’, ‘tomatelás’ respondió. La historia que no sé quién la contó, es así. Me echó, ‘Luque dejame tranquilo, la concha de tu hermana, estoy bien‘. Yo sentado a un costado de la cama ‘dale, Diego, un esfuerzo más’. Pero si me quiere echar, me puede echar. Todo lo que hice fue de más, no de menos”, sentenció.

En relación a lo mismo, detalló que “yo quería que Diego se levante, si no quería ni recibir a las hijas. La parte neurológica ya estaba, el control era perfecto. Alcohol tampoco estaba tomando, y los medicamentos estaban habilitados por el equipo psiquiátrico. No era ‘El Dr. Luque, era toda una contención”, agregó.

“Yo le dije ‘a vos no te voy a dejar así’. Porque todos se iban“, denunció Luque ante los micrófonos de todos los medios. “Porque es muy fácil hablar de la vereda de enfrente”, añadió nuevamente quebrado. “Yo lo podía haber hecho y me evitaba este quilombo, pero yo lo amaba y necesitaba ayuda”.

Leopoldo Luque confirmó que Diego le dijo que lo iba a “cagar a palos”. Entonces el cirujano le lanzó: “Para que yo me vaya te tenés que levantar de la cama y después me tenés que agarrar. Yo, de tonto, miré mi celular y lo tenía encima. Corro, cuando corro, él cierra la puerta. Había un nutricionista/clínico que le dijo “vos qué mirás’. Yo me quedo comiendo unas galletitas detrás de la puerta de Diego, sale y me dijo ‘Luque, ¿vos sos pelotudo te dije que te vayas? Y me corre. Esa era la salud de Diego el jueves. Corro, veo como que se va a balancear más y lo agarro, y el me tira, no sé si estaba enojado. Cuando me voy agarro una galletita y él dice, ‘este Luque es un hijo de puta no come ni en la casa”.

El cirujano insistió con que detrás de Maradona había un equipo de salud de mental que él no dirigía, recordó que fue él el que insistió en llevar a Diego al sanatorio tras verlo mal, y que era el único que “llegaba a Diego”, por eso la familia lo buscó también. Reiteró que su función como médico de Maradona terminó tras su alta, pero continuó viéndolo por su relación cercana. “El riesgo de Diego era el consumo, no un ataque cardíaco”, sentenció, y descartó totalmente que su muerte esté vinculada a la operación.

“Todos estuvimos reunidos para ver qué era lo mejor para Maradona. Lo que necesitábamos es su voluntad, porque sin Diego no se podía hacer nada. ¿Por qué no averiguan quién era Diego? No hay criterios que podemos tomar sin su consentimiento. No hay un error médico, ni tampoco de criterio. Maradona tuvo un ataque cardíaco, que es lo más común del mundo morir así. Es un hecho que podía pasar. Siempre se hizo lo posible para disminuir esa chance, pero no para bloquearlo”, dijo. Y agregó: “A Diego no le podías manejar nada. No se le imponían las cosas, él hacía lo que quería”.