Ni siquiera cuando ganan. El FC Barcelona aplastó al Ferencvaros en el inicio de la Champions League, goleando al equipo húngaro por 5-1 en el Camp Nou.

Pero ni siquiera esa victoria logra calmar los ánimos al interior del cuadro catalán. Según informa Sport, hay un quiebre tal en el camarín ‘culé’ que nada pareciera solucionar las discrepancias entre jugadores y la dirigencia.

De acuerdo al citado medio, “algo se rompió en el vestuario del Barça” y tiene mucha relación con los problemas económicos que sacuden al gigante catalán.

Lo primero es que cada jugador está negociando una rebaja salarial por la pandemia del COVID-19. La directiva, liderada por Josep María Bartomeu, quería llegar a acuerdos que incluían a todos los trabajadores del club, lo que no gustó entre los jugadores que tienen muy claro que sus contratos son tema aparte.

Pero ha derivado en nuevos conflictos. El plantel envió un burofax (similar al que ocupó Lionel Messi para presentar su ganas de partir) para anunciar que negociarían en solitario, pero hubo cracks que se restaron: Ter Stegen, Clément Lenglet y Frenkie de Jong.

Ellos decidieron ampliar sus contratos, al igual que Gerard Piqué, quien sí firmó el burofax y despertó las suspicacias al interior del camarín ‘culé’.

“Las ampliaciones se llevaron a cabo mientras otras conversaciones siguen su curso, algunas se han roto y las hay que ni tan siquiera se han iniciado. En el vestuario cada futbolista está siguiendo su camino o haciendo la guerra por su cuenta”, reveló Sport.

“En el caso de Piqué, a algunos futbolistas les extrañó que fuera de los primeros en renovar cuando, además de firmar el burofax, ha liderado otras reivindicaciones, como la reclamación de los derechos de imagen del documental Match Day”, añadieron.

Por último, desde el citado medio recalcaron en el incierto futuro de la actual dirigencia del Barcelona.

“En un vestuario con 24 jugadores profesionales, junto con los del filial, los puntos de vista son muy diversos. El nulo feeling con Bartomeu y la forma de actuar de los ejecutivos barcelonistas ha potenciado la disparidad de criterios”, sentenciaron.