Los ultras de Brescia entregaron un comunicado en el cual no justifican los actos racistas, pero piden que no se generalice con la mayoría de los fanáticos, que finalmente son los perjudicados por las medidas que se toman en estos casos. Además, las emprendieron contra Balotelli.

El domingo pasado, en el partido en el que el Hellas Verona recibió al Brescia por la Serie A hubo un acto de racismo que se tomó la agenda en Italia, ya que el apuntado, Mario Balotelli, reaccionó e incluso amenazó con dejar el encuentro. Siguió jugando solo después de que sus compañeros y rivales lo convencieran.

Frente a eso, el club fue sancionado con un partido a puertas cerradas y uno de los jefes de los Ultra, que dijo que Balotelli no era completamente italiano, se le prohibirá ingresar al estadio en los próximos 10 años.

Frente a todo esto, este viernes los fanáticos del Brescia, club donde juega Balotelli, salieron a atacar al jugador y a defender a algunos hinchas del Hellas Verona.

“Si Balloteli no estaba preparado sicológicamente para enfrentar a los fans del Verona y, sobre todo, un partido tan delicado en el cual nuestra ciudad, nuestro entrenador y hasta nuestras figuras más queridas estaban teniendo la última oportunidad para salvar sus trabajos, entonces debió decirlo y dejar su lugar para alguien menos irritable que él. Ninguno de nosotros habría estado molesto, todo lo contrario”, empieza el comunicado.

“Las declaraciones personales de uno de los líderes de la ‘Verona Curva’ no pueden justificar la persecución de los medios y las instituciones para atentar, criminalizar y destruir todo el mundo de los Ultras. Esto no quiere decir que ciertos cánticos racistas son legítimos o aceptables, pero no todos los fans del Verona son racistas o que la ‘Verona Curva’ son una especie de agrupación de KKK (Klu Klux Klan)”, argumentaron.

“Todos los fans no pueden ser considerados racistas, pero el racismo existe y usualmente es usado para crear pánico en la opinión publica. Este lenguaje poco convencional es usado más y más por el público y figuras políticas, pero obviamente nadie piensa en censurarlos por cierto ‘código de ética"”, complementaron.

Luego, se refirieron a la polémica figura de Mario Balotelli, que nació en Brescia, pese a que se inició futbolísticamente en el Inter de Milan.

“No tenemos dudas de que Balotelli es completamente italiano, de hecho es un bresciano, pero su arrogancia que continuamente muestra es injustificable. Lo que más nos importa a nosotros es el espíritu de sacrificio, pasión, respeto, motivación y mojar la camiseta, conceptos que son totalmente desconocidos para él”, aseguran.

Sin embargo, aclararon que “Condenamos todo tipo de gestos o provocaciones que claramente son hostiles y discriminatorias, pero también queremos demostrar nuestra solidaridad con quienes una vez más vieron su libertad destruida. Esta vez ni siquiera fue decisión de las autoridades, sino que desde su mismo club”.

Luego del altercado del domingo, el jugador italiano trató de explicar la situación que vivió en Verona.

“Entiendo que no deberíamos prestarle atención a a este tipo de gente, pero no podemos ignorar la seriedad que le tenemos que dar a lo que están haciendo. Si no reacciono, no pasa nada. Me pueden llamar un idiota, no me importa, pero no si me llamas negro. Eso no es un accidente, eso es serio”, dijo.

“Dejé de jugar porque pensé: ya está, he tenido demasiado. Castiguen a esos que son culpables y no a toda la Curva, porque eso es lo bonito del fútbol. Nunca acusé a toda la ciudad de Verona, solo a esos idiotas que son los responsables”, sentenció.

Sin embargo, el consejo de Verona ha pedido tomar acciones legales contra Balotelli por difamar a toda la ciudad.

“No es justo que Verona sea puesta en el banquillo cuando, en este caso, nada ha pasado”, afirmaron.