Nuevamente ha salido a flote la macabra historia del arquero brasileño Bruno Fernandes, quien se hizo conocido el 2010 por haber cometido un horrendo crimen: matar a su amante y darle de comer su cuerpo a los perros.

El excapitán de Flamengo, quien fue condenado a 22 años y 3 meses de prisión, recibió una propuesta de un club de las categorías regionales en el estado de Minas Gerais, en Brasil.

Fernandes, quien actualmente tiene 34 años, se vio beneficiado por una decisión judicial en julio que le permite tener un régimen semiabierto, teniendo la posibilidad de volver nuevamente al fútbol.

El presidente del Poços de Caldas FC, Paulo César da Silva, afirmó que el portero es el nuevo jugador del club, aunque precisó que aún no se ha firmado el contrato.

Señalemos que pese al fichaje, el futbolista necesita de un permiso judicial para poder volver a las canchas.

“Probablemente, la semana que viene empiece a entrenar. Solo necesita algunas autorizaciones, algunas cosas que necesitan ser vistas, pero ya es contratado del club”, expresó el mandamás de la institución en conversación con Globoesporte.

Recordemos que el 2013 el jugador fue condenado a 22 años y 3 meses de cárcel, pese a que siempre negó haber mandado a asesinar a su amante.

Después de casi siete años Bruno salió en libertad porque la sentencia no estaba firme y tan solo 10 días después firmó por el Boa Esporte de la segunda división del fútbol brasileño y alcanzó a jugar cinco partidos. Aquello generó un escándalo de proporciones en Brasil.

Es por eso que un tribunal superior determinó que la libertad del arquero estaba mal concebida. Mientras se tramitaba la apelación Fernandes volvió a la cárcel.