Najila Trindade es la mujer que denunció a Neymar por violación, relatando un hecho que habría ocurrido en París.

Luego de que la denuncia se hiciera pública, la mujer empezó a vivir un infierno. Sus abogados renunciaron a hacerse cargo del caso, la gente la hostigó y su vida cambió.

“Me estoy recuperando física, mental y psicológicamente porque el daño fue grande. Sí, voy al psiquiatra. Me ha ayudado mucho porque no puedo manejar todo lo que sucedió, todo pasó al mismo tiempo. Muchas cosas a la vez, comencé a sufrir el 15 de mayo y después, todo en mi vida se vino abajo. Es como si un huracán hubiese pasado por mi cabeza”, reconoció la brasileña en conversación con el medio UOL Esporte.

“Siento que se han aprovechado de mi desesperación, mi trauma y mi desorientación. Lo que me preocupa aún más es cómo se trata este caso aquí en Brasil. De manera ignorante e inhumana”, lamentó.

“Estoy sufriendo represalias porque la gente todavía no entiende lo que realmente sucedió”, continuó.

Najila Trindade reclama contra la sociedad brasileña, que según ella no ha respetado su privacidad y se han aprovechado de la situación.

“No he recibido apoyo en ningún momento solo porque se trata de Neymar. Es una circunstancia que me está asfixiando, y puedo decir que debe ser el mismo grito de ayuda sin eco de la mujer que está siendo violada”, explicó.

“Como estaba muy frágil, sin energía y muy medicada, no podía continuar mi lucha. Fue entonces cuando entraron personas en mi vida que solo querían aprovecharse de mi deplorable situación. Como consecuencia, estuve expuesta en los medios y todo el mundo tuvo acceso a mi intimidad”, aclaró.

La brasileña debió cambiar de residencia ya que asegura que el hostigamiento era insoportable. Además, trata de hacer que la vida de su hijo, de 7 años de edad, no se vea influenciada por todo lo que ha pasado.

“Lo protejo de padecer esta terrible situación que me está matando. Aquí no accedemos a internet ni vemos la televisión. Pero ahora vuelve a la escuela y esa es mi preocupación”, reveló.

“No es la primera vez que me destruyen el machismo y la injusticia. Esta vez tuvo un impacto mayor, pero tengo fe y espero que esta tormenta pase. Antes que nada quiero sentirme viva de nuevo, encontrarme de nuevo porque en todo este fuego cruzado me perdí. Me fortalezco día tras día por mi hijo, porque sé que él me necesita y debo criarlo para que no sea en el futuro un hombre machista y violento, ya que lamentablemente no tiene en Brasil una buena referencia”, cerró.