Fue sin duda alguna la situación más vergonzosa que ha golpeado al fútbol italiano en el último tiempo. Lo vivido por la árbitra, Giulia Nicastro, durante un partido de juveniles la semana pasada ha causado indignación en todo el mundo.

El hecho ocurrió durante el encuentro que sostuvieron Treporti y el Miranense por el torneo Giovanissimien Mestre y de entrada, la jueza supo que no sería una jornada tranquila.

Padres y aficionados la recibieron con cánticos e insultos machistas, diciéndole entre otras cosas que dejara el fútbol para dedicarse a la prostitución. Sin embargo, lo peor vendría cuando un futbolista de 14 años se bajó los pantalones frente a ella y la desafió a tener relaciones sexuales.

El juvenil se fue expulsado, mientras que Giulia siguió recibiendo insultos de parte de los espectadores, donde increíblemente los padres fueron los que más se ensañaron.

Conocida la situación, el jugador del Treporti fue suspendido por un año aunque con la posibilidad de reducir la sanción si es que aceptaba someterse a un curso de reeducación en el Departamento de Igualdad de Oportunidades del Municipio de Cavallino-Treporti.

Sin embargo, desde la Federación Italiana de fútbol no quedaron satisfechos con este castigo y asi fue expresado por el presidente del organismo, Gabriele Gravina.

Según consignó el portal Infobae, Gravina apelará al fallo, señalando que “desde mi punto de vista, no debe haber una reducción para una conducta como esta. Intervendré decididamente, no es aceptable, no puedo ocultar mi decepción”.

De esta forma, y en la antesala del comienzo del Mundial femenino , el fútbol italiano tiene la oportunidad de dar un potente mensaje en contra del machismo y la discriminación a la mujer en el deporte.