Los jugadores de fútbol son conocidos por tener tatuajes. Muchas veces se tatúan los clubes de los cuales son fanáticos, otros prefieren escribirse mensajes de vida, y los más emotivos muestran orgulloso los nombres de sus hijos. Pero el jugador inglés Jermain Defoe fue más allá: Se tatuó en la muñeca el sobrenombre de Bradley Lowery, niño que falleció de cáncer.

La historia entre el futbolista y el pequeño fanático del Sunderland, comenzó cuando Defoe jugaba en ese club, entre el 2015 y el 2017. Bradley Lowery, que tenía 6 años al momento de su muerte el año pasado, se convirtió en la mascota del equipo, y entabló una estrecha relación de amistad con el delantero.

Su amistad era tal, que el delantero inglés se quedaba en ocasiones a dormir en el hospital para acompañar al pequeño hincha del Sunderland. “Brads”, como era apodado el niño, sufría de neuroblastoma, un extraño tipo de cáncer que no tiene cura y que le provocó la muerte en 2017. En ese entonces, Defoe le dedicó una sentida carta de despedida.

El delantero hoy se desempeña en el Bournemouth inglés, y desde la cuenta oficial del club hicieron público un nuevo homenaje que Defoe le realizó durante estos días: se tatuó “Brads”, en honor a su pequeño amigo que falleció en 2017. “No importa lo que pase, siento que voy a mirar mi brazo y me va a levantar el ánimo. Seguramente después le voy a poner algunas estrellas y nubes también. Significa mucho para mí”, declaró Jermain Defoe en el video que subió el Bournemouth a redes sociales.