El 2019 no fue un buen año para la Selección chilena y sus principales referentes. Pese a ser semifinalista de la Copa América, la dolorosa derrota ante Perú y el irregular fin de año, sumado a los amistosos suspendidos por la crisis en el país, dejó mas dudas que certezas sobre el proceso liderado por Reinaldo Rueda.

Además, el presente de los grandes nombres de La Roja no ha sido regular en la temporada. Alexis Sánchez ha sufrido con las lesiones en Manchester United e Inter; Arturo Vidal alterna la titularidad y suplencia en el Barcelona; Gary Medel no ha brillado tras su traspaso a Bologna; y Claudio Bravo suma escasos minutos en el Manchester City.

El único que sobresale es Charles Aránguiz. Titular indiscutido en el Bayer Leverkusen de Alemania, el volante se ha ganado un lugar en la Bundesliga y, cada vez, se consolida más como uno de los nombres principales del ‘equipo de todos’.

Pero, a diferencia de otros años, el ‘príncipe’ Aránguiz no solo ha destacado dentro de las canchas. El oriundo de Puente Alto ha alzado su tímida voz en más de una ocasión, provocando la admiración de los hinchas y resquemores en algunos sectores.

Quienes conocen mejor a Charles reconocen que nunca le ha tocado fácil. Partió joven y ‘medio pollo’ desde su casa en la Villa Diego Portales para debutar con 16 años en Cobreloa pero, según su círculo, nunca se ha olvidado de los cercanos que lo vieron crecer en las calles del sur de Santiago.

Introvertido ha sido siempre, cuentan, por lo mismo así se mueve dentro de las canchas. Sin acaparar cámaras, sin reclamos excesivos cuando un compañero se equivoca, y ‘agachando el moño’ y asumiendo la culpa cuando el error es de él.

Así se le vio siempre en La Roja, o al menos hasta este año. Luego de la Copa América en Brasil el ‘príncipe’ ha tomado protagonismo, en parte porque los que siempre figuran están por debajo de él en rendimiento. Pero, siempre ‘piola’, a Charles parece importarle poco superar en estadísticas o en rendimiento a sus pares.

“Una Copa América siempre deja una linda experiencia, con el grupo me sentí bien, creo que Chile jugó muy bien, pero no alcanzó para más. Son cosas que pasan en el fútbol y vamos a tener un aprendizaje muy grande”, sostuvo el jugador del Leverkusen tras la Copa.

De acuerdo a Opta, entre otros datos Aránguiz fue el jugador con más asistencias, chances creadas, centros completados y penales recibidos en todo el certamen continental, ganándose la admiración no solo de la prensa de nuestro país (que lo eligió como el mejor futbolista chileno en el extranjero este 2019).

A tal llegó el interés en el juego del mediocampista, que se realizaron estudios para averiguar porqué arrugaba la cara al momento de patear un balón.

Rodrigo Saenz | Agencia UNO
Rodrigo Saenz | Agencia UNO

Palabra del ‘príncipe’

Pero, sin dudas, el episodio más recordado en el que Aránguiz tomó protagonismo durante el presente año, fue en la previa del duelo amistoso ante Perú, agendado para el pasado 19 de noviembre en el Estadio Nacional de Lima.

Chile llevaba tres semanas sumido en la crisis social que sigue latente en el país y, en su llegada a suelo nacional, el ‘príncipe’ fue claro: “Hay un ambiente difícil. En mi opinión no se debiera jugar, respetando lo que está pasando en el país. Es un tema que se puede conversar ahí en Pinto Durán y ahí ver lo mejor”.

Un día después, el plantel nacional decidió no viajar a la capital peruana. “Los jugadores convocados a la Selección Absoluta de Chile han decidido no disputar el partido amistoso internacional ante la selección de Perú”, indicó la ANFP a través de un comunicado.

Otro episodio fue en la fecha FIFA de septiembre, cuando La Roja enfrentó a Argentina y Honduras en el regreso de Claudio Bravo a la Selección. En el duelo ante los centroamericanos, la gran duda era la capitanía, la que terminó siendo para Paulo Díaz.

Esta decisión derivó en varias especulaciones, entre ellas que Rueda le ofreció la capitanía a Aránguiz y el declinó aceptarla por “temor” a represalias de Gary Medel y Arturo Vidal, según contó CDF.

“Me da risa que hablen de miedo. Vivo hace 30 años en mi población con mi vieja, y no creo que me vaya a cambiar. Miedo a qué, a ponerme una cinta en el brazo. En su momento lo hice por respeto a Claudio Bravo. Si no hubiese estado Claudio hubiese sido un orgullo llevar la cinta, pero me criaron de otra forma”, aclaró el ‘príncipe’.

Pero, a la larga, Charles también provocó una diferencia con Vidal. Fue luego del citado encuentro suspendido ante Perú durante las semanas más álgidas de la crisis social ya que, mientras el hombre del Leverkusen pedía la postergación del duelo, Vidal deseaba, entre otras cosas, “ganarle a Perú para que la gente se olvide un poco de lo que está pasando y sufriendo”.

La mayoría de los hinchas se cuadraron con Aránguiz destacando, además, sus constantes muestras de apoyo a las manifestaciones que se desarrollaban en el país. Algunos, incluso, lo pidieron como presidente del país. “No será mucho, digo yo”, aseguró el volante.

Instagram
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Round político

Pero no solo adeptos ha tenido Aránguiz desde que tomó protagonismo fuera de las canchas. El oriundo de Puente Alto dedicó palabras para el actuar de las fuerzas policiales durante manifestaciones, recalcando en que, al igual que su familia y vecinos, no les cree nada.

“Es muy grave lo que ha pasado con los carabineros y militares en las calles. Al Presidente se le escapó de las manos el tema, esto iba a explotar. Cada vez que muestran saqueos o incendios dudo de ellos, con todos los videos que he visto en redes sociales, no le creo ni a los Carabineros ni a los milicos”, apuntó Charles.

Sus dichos tuvieron eco en el excandidato presidencial José Antonio Kast quien, mediante un clasista comentario, emplazó al jugador del Leverkusen.

“Seguramente le cree más a sus amigos narcotraficantes que tienen a las poblaciones secuestradas por la droga y la violencia. Que fácil hablar desde la distancia sin ver como el país se destruye”, indicó el exdiputado.

Los dichos del político generaron repudio y, casi de forma automática, una amplia defensa al jugador. Incluso, el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) condenó lo dicho por Kast asegurando que “el fútbol, su cultura, la gente, nuestra gente, es mucho para usted señor Kast”.

“La verdadera violencia es la que sale de una actitud como la suya, llena de resentimiento y odio. Chile ya no quiere a tipos como usted”, detalló Luis Marín, secretario del gremio.

El jugador al que todos quieren

De que los hinchas quieren a Aránguiz no hay duda. Independiente de su pensamiento e insurrección en el último año, con La Roja obtuvo dos títulos de Copa América y fue campeón con Colo Colo y Universidad de Chile.

Pero, también lo recuerdan en Inter de Porto Alegre y lo adoran en el Leverkusen. Prueba de ello es que en el cuadro de las ‘aspirinas’ no quieren que se vaya y esperan conseguir su renovación; mientras los brasileños añoran un regreso del mediocampista.

“Es un buen jugador. Puedo dar un montón de motivos, pero el más importante es que es un jugador top y a nosotros nos gusta tener jugadores de primer nivel en nuestro equipo”, indicó, Peter Bosz, DT de los germanos.

Isabella Bonotto | Agence France-Presse
Isabella Bonotto | Agence France-Presse

“Aránguiz sería un gran refuerzo para Inter de Porto Alegre. Charles tiene las puertas abiertas en nuestro club, es su casa. Los hinchas lo quieren mucho y sería un gran aporte. Nuestro deseo es que pueda regresar alguna vez por acá”, sostuvo por su parte Rodrigo Caetano, director ejecutivo del Inter.

Pero no son los únicos. Varios equipos se han mostrado interesados en contar con el ‘príncipe’ entre sus filas. Bayern Múnich, Paris Saint-Germanin, AC Milan y Boca Juniors han sido algunos de los gigantes que han puesto sus ojos sobre el de Puente Alto. Todos, por ahora sin suerte.

Aránguiz es un hombre querible, callado, que cumple. No por nada interesa en tantos clubes, es recordado en sus equipos anteriores y tantos hinchas lo idolatran.

¿Y qué dice Charles al respecto? No mucho, normalmente esboza una sonrisa y, si está en una cancha, arruga la cara para volver a dar un buen pase.