La entrega de los Grammy suele estar marcada por atuendos llamativos, curiosos e incluso un poco alocados, sin embargo, este domingo fue Ariana Grande quien acaparó las miradas.
La cantante llegó al Staples Center en Los Angeles, con un glamoroso diseño hecho a medida por Giambattista Valli y con zapatos de Christian Louboutin.
El traje estaba compuesto por una gran cantidad de capas de tul que varios medios compararon con el clásico vestido celeste de La Cenicienta (aunque en Chile recordó un poco a un diseño que usó Marlen Olivari en la gala de Viña).
La cantante de 26 años fue nominada a cinco categorías, incluyendo Álbum del año y Mejor Perfomance de un solista pop.
Ariana ganó su primer Grammy el año pasado, sin embargo, no asistió a la ceremonia luego que uno de los productores le impidiera interpretar la canción que quería hacer.
