La compañía global de información y conocimiento TransUnion dio a conocer los resultados de su Estudio Consumer Pulse correspondiente al segundo trimestre de 2025. El reporte, que analiza las percepciones financieras de los hogares en Chile, revela una paradoja: mientras los ingresos generan expectativas positivas, las dinámicas de crédito y consumo reflejan cautela y vulnerabilidades persistentes.
De acuerdo con la encuesta, casi seis de cada diez chilenos (59%) espera que sus ingresos aumenten en los próximos 12 meses, con la Generación Z (18-28 años) encabezando la tendencia (74%), seguida de los Millennials (29-44 años) con 62%. Además, un 31% de los encuestados señaló que la situación financiera de su hogar ha sido mejor de lo previsto, frente a un 25% en el mismo periodo de 2024, mientras que un 33% declaró que ha estado acorde a lo planificado.
Esta percepción positiva se ve reforzada por un aumento en los ingresos efectivos: el porcentaje de personas que reportó mejoras pasó del 27% al 29% en un año, con un salto notable de la Generación Z, que subió del 31% al 41%.
Sin embargo, según se informa, la confianza convive con la necesidad de financiamiento. El 39% de los chilenos planea solicitar o refinanciar un crédito en los próximos 12 meses, siendo nuevamente la Generación Z la que mostró el mayor crecimiento en comparación al mismo trimestre de 2024 (del 26% al 43%).
Entre los productos más citados por quienes planean acceder a financiamiento destacan los créditos de libre disposición (43%), el refinanciamiento de créditos personales de libre disposición (29%) y el aumento de cupos en tarjetas de crédito existentes (24%).
Juan Pablo Muñoz, gerente General de TransUnion Chile, explicó que “el 47% de los Millennials que afirmaron que iban a solicitar un crédito nuevo o refinanciar uno existente el próximo año, informaron que solicitarían préstamos personales, lo que representa un aumento con respecto al 35% del año anterior. Esto se compara con un 44% de la Generación X (por debajo del 53% hace un año) y un 29% dentro de la generación de Baby Boomers (61 años o más), menor al 58% del 2024”.
La importancia del crédito es clara: el 91% de los encuestados lo considera relevante para alcanzar sus metas financieras, aunque solo un 39% cree contar con suficiente acceso a estos productos. Esta percepción se concentra en la Generación X (41%) y los Millennials (40%).
Al mismo tiempo, un tercio de los consumidores (33%) reconoció que no podrá pagar en su totalidad al menos una de sus cuentas o préstamos actuales, tendencia que se acentúa entre los más jóvenes. En la Generación Z, por ejemplo, esta cifra creció del 23% al 33% en un año. Los Millennials mostraron una leve mejora (del 63% al 66% creyendo que sí podrían cumplir con sus obligaciones), mientras que la Generación X y los Baby Boomers se mantuvieron estables.
Entre quienes reconocieron dificultades de pago, las acciones más mencionadas para enfrentar la situación fueron: pagar solo una parte del saldo (35%), buscar un trabajo temporal (29%), refinanciar o renegociar sus tasas de interés (26%) o pedir dinero prestado a familiares o amigos (26%).
Presión económica redefine las prioridades de consumo en Chile
Las dinámicas macroeconómicas siguen impactando el comportamiento financiero. La inflación y el empleo lideran las preocupaciones: un 72% de los encuestados incluyó la inflación entre sus tres principales temores para los próximos tres meses, mientras que un 61% mencionó el empleo.
Estos factores han impulsado cambios en el presupuesto familiar. El 33% de los encuestados declaró haber cancelado alguna suscripción o membresía, frente al 25% del año anterior. El aumento fue más marcado en la Generación X, que pasó del 27% al 37%. Por su parte, la reducción del gasto discrecional, como comidas fuera, viajes o entretenimiento, se mantuvo como el principal ajuste, con un 59% frente al 55% del mismo periodo de 2024.
Fraudes por llamadas y mensajes de texto lideran los intentos de fraude online
El estudio también advierte sobre un aumento en el fraude digital: el porcentaje de personas que indicó haber sido objeto y víctima subió del 8% al 10% en un año. Un 60% señaló no tener conocimiento de haber sido afectado, mientras que un 30% indicó haber sido objeto de fraude, pero no víctima.
Según Muñoz, “los esquemas más frecuentes fueron el vishing (42%) y el smishing (38%), seguidos por estafas de terceros en sitios de comercio electrónico legítimos y apropiaciones de cuentas (ambos con 19%), el uso fraudulento de tarjetas de crédito o cargos no autorizados (18%), estafas con tarjetas de regalo (17%), esquemas de cuentas mulas (14%) y phishing (13%)”.
Como respuesta, los consumidores han adoptado medidas preventivas: un 60% indicó haber cambiado sus contraseñas, un 22% modificó sus opciones de inicio de sesión y un 18% revisó sus reportes de crédito.