Brian Niccol es desde septiembre de 2024 el CEO de Starbucks, tras reemplazar a Laxman Narasimhan.
Si bien su nombramiento respondió a una necesidad de mejorar el rendimiento de la cadena de cafeterías, el mismo no estuvo exento de críticas, dado su suelo mayor al de sus pares de otros sectores y beneficios como un avión privado para viajar desde su hogar en California hasta la sede de la empresa en Seattle.
En este sentido, el exgerente general de Chipotle ganó más de 6,500 veces lo de un trabajador promedio de Starbucks, solo en sus primeros cuatro meses.
CEO de Starbucks ganó casi US$100 millones solo en cuatro meses
Según un reporte citado por el medio británico The Guardian, recibió un paquete de compensación de US$97 millones, mientras que un simple trabajador cobró, en promedio, unos menos de US$15 mil al año.
De esta forma, el estudio de la agrupación de sindicatos estadounidense, AFL-CIO, afirmó que un empleado de la media de Starbucks debería haber empezado a trabajar “en el año 4.643 antes de Cristo” para haber ganado lo mismo que Niccol.
Desde la empresa estadounidense recibieron con ansias al ejecutivo, que en el pasado se encargó de multiplicar por casi siete las ganancias de Chipotle.
Durante el liderazgo de su antecesor, las acciones de Starbucks cayeron 21%, en un contexto de entonces débiles ventas en Estados Undios y China. Por esto, y con tal de retener (y motivar) a Niccol, se le ofreció el “jugoso” paquete indicado en un inicio, además de otros beneficios.
Aparte de su sueldo base de US$61 mil, se añadieron unos US$90 millones en acciones, US$418 en compensación con US$143 mil incluidos para gastos de vivienda temporal, detalló Business Insider.
Y para más comodidad, al CEO se le aprobó que pudiera viajar diariamente desde su hogar en Newport, en el sur de Californa, hasta Seattle, lo que le cuesta a la empresa US$72 mil adicionales, sumado a otros US$19 mil señalados como por “otros usos personales de los aviones de la compañía”, citó el medio especializado.
Dentro de estos costos por volar, se incluyen los relacionados al combustible; tribulación y pilotos, comida a bordo, tarifas por aterrizar en aeropuertos, mantenimiento, entre otros, a los que se pueden sumar aquellos surgidos en viajes que no son de negocios.