La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó proyecciones de crecimiento regional para este año, situando a Chile entre los países que no mostrarán un gran desempeño, aunque fue algo más optimista que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
En detalle, la Cepal prevé que nuestro país muestre una expansión de 2,2%, situándolo en la parte media-baja de la pirámide de crecimiento al igual que el FMI (que corrigió a la baja el PIB de Chile para este año, ubicándolo en un 2%) y que el BM, que sostuvo que el crecimiento sería de 2,1%.
El organismo, en línea con el BM, dijo que Argentina dará un salto este 2025 (5%). Al vecino país le seguirán República Dominicana (4,5%), Costa Rica (3,6%) y Paraguay (3,6%).
En el medio de la tabla situó a Guatemala (3,3%), Honduras (3,2%), Nicaragua (3,1%), Panamá (3,1%), Perú (3,1%), Uruguay (2,6%), Colombia (2,5%), El Salvador (2,5%), Chile (2,2%) y Brasil (2%).
Posteriormente, Bolivia (1,8 %), las islas del Caribe sin contar Guyana (1,8%), Ecuador (1,5%) y México (0,3%).
Cuba (-0,4%), Venezuela (-1,5%) y Haití (-2%) serán los únicos que decrecerán este año, según el organismo de Naciones Unidas.
“La región está enfrentando un escenario internacional muy complejo y de mucha incertidumbre”, alertó en un comunicado. En diciembre pasado estimó un crecimiento regional del 2,4%.
Se trata de la primera actualización que hace la Cepal desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, inició la guerra comercial y desde que el pasado 2 de abril anunciara los llamados “aranceles recíprocos” del 10% a la mayoría de sus socios comerciales, incluido Latinoamérica.
Para el organismo, esos anuncios en materia de aranceles no solo tienen efectos directos sobre las exportaciones de los países de la región a dicha economía, sino también “efectos indirectos por la vía de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales”.
Latinoamérica, la región más desigual del mundo, cerró 2023 y 2024 con un crecimiento del 2,3%.
La guerra comercial, remarcó la Cepal, “profundiza el gran desafío de revertir la senda de bajo crecimiento económico que ha mostrado la región en la última década” y demuestra que “dinamizar el crecimiento requiere una combinación de políticas macroeconómicas y de desarrollo productivo más proactivas que las que ha tenido la región hasta el momento”.