Serena Williams remeció esta semana el deporte mundial, pero no por su nueva figura, sino por una misteriosa inscripción en la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA).
La legendaria deportista, considerada por muchos como la mejor jugadora de la historia, ha desatado una avalancha de rumores que sugieren que podría estar preparándose para un regreso a las pistas.
Sin embargo, la propia Serena ha salido al paso de las especulaciones, desmintiendo rotundamente cualquier intento de retorno a su carrera profesional.
“¡Dios mío, no voy a volver! Este alboroto es una locura“, escribió con indignación en sus redes sociales, dejando claro que las noticias que han circulado por varios medios de prestigio en Estados Unidos sobre una posible vuelta a la competición son completamente infundadas.
Pero lo cierto es que, para muchos, la situación es tan intrigante como desconcertante.
Serena, a sus 44 años, ha experimentado una impresionante transformación física en los últimos meses. En un período de tan solo ocho meses, la exnúmero 1 del mundo ha perdido nada menos que 14 kilos, algo que ha presumido con orgullo en sus redes sociales.
Un cambio que no ha pasado desapercibido para los ojos de los fanáticos, quienes no han tardado en preguntarse si esta nueva figura es un indicio de que la tenista podría estar preparándose para un regreso sorpresa.
Y ese posible retorno creció cuando se supo que la ganadora de 23 Grand Slams se había inscrito en la Agencia Internacional de Integridad del Tenis, un paso que, aunque rutinario para los jugadores activos, resulta innecesario para una deportista retirada.
“Nos ha notificado que quiere estar de vuelta en el sistema. No sé si esto quiere decir que va a volver o si quiere darse esa oportunidad. Lo único que puedo decir es que está de vuelta en el sistema y tendrá que registrar sus localizaciones“, dijo en declaraciones al New York Times, Adrian Bassett portavoz de la ITIA.
A pesar de los rumores, la propia Serena ha sido clara en su postura y no tiene planes de regresar.