El error de un fotógrafo, que salió a la cancha cuando el francés Benjamin Bonzi servía con punto de partido en su duelo con el ruso Daniil Medvedev, transformó todo en un absoluto caos y un dramático desenlace en la primera ronda del US Open.
Bonzi (51° ATP) iba 6-3, 7-5 y 5-4 con sentencia a su favor cuando, al fallar el primer saque, un fotógrafo entró a la pista pensando que el duelo estaba por terminar.
A causa de la interrupción, el juez de silla, Greg Allensworth, decidió que Bonzi debía servir de nuevo un primer saque.
Esa decisión contrarió enormemente a Medvedev, campeón en Nueva York en 2021 y actual número 13 del mundo, que se encaró con Allensworth e instó los presentes a abuchear.
Medvedev se lanza contra el juez de silla
“¿Eres un hombre? ¿Eres un hombre? ¿Por qué estás temblando?”, le dijo Medvedev a Allensworth, al que acusó, hablando a un micrófono, de querer que el partido terminase con una victoria rápida de Bonzi: ”Chicos, él se quiere ir. Le pagan por partido, no por hora”.
Después, gritó en medio de la pista: “¡Reilly Opelka tenía razón! ¿Qué dijo Reilly Opelka?”.
Con esto, Medvedev se refería a unas declaraciones del tenista estadounidense de hace unos meses, quien afirmó que Allensworth es “el peor juez de silla de la ATP”.
A partir de ahí, el ambiente fue caldeado por Daniil Medvedev y los abucheos del público, que coreaba “segundo saque, segundo saque”, provocaron una interrupción de cerca de seis minutos en el juego.
Cuando Bonzi finalmente pudo servir, perdió su punto decisivo y también el juego. Luego también perdió el set en el tie-break en medio de un ambiente muy hostil, que celebraba cada saque fallado o punto perdido por el francés.
Daniil Medvedev, en tanto, estuvo en total sintonía con los espectadores, a los que les dedicaba gestos con las manos formando un corazón.
El ruso abrió el quinto set con otro quiebre, lo que auguraba una repetición del cuarto, pero Bonzi lo recuperó en el siguiente juego y luchó por el partido hasta llevárselo por 6-3, 7-5, 6(5)-7, 0-6 y 6-4 en 3 horas y 45 minutos.
Su rival, descompuesto tras la derrota, destrozó su raqueta a golpes, sentado en su banco, sin abandonar la pista. Según The Athletic, al fotógrafo que originó el caos le retiraron las credenciales de prensa tras ser expulsado del estadio.