Andrea Jaeger, supo ser la niña prodigio del tenis en la década del 80´. Sin embargo, 40 años más tarde, revelaría una espeluznante verdad que le toco vivir a sus cortos 22 años, cuando se retiró del circuito femenino de tenis.

Andrea Jaeger, en su tiempo como tenista, fue declarada la niña prodigio del deporte de la raqueta, hasta que una lesión en el hombro la llevó a retirarse a la corta edad de 22 años del circuito del WTA.

Con tan solo 18 años, la competidora ya había jugado 2 Grand Slam en su carrera, a principio de los años 80´. Ahora, 40 años más tarde, habló de su breve paso por del deporte e intensa carrera, donde además, mostró el lado oscuro de su trayectoria como tenista.

Jaeger, señaló en una entrevista al medio The Independent, el drama que vivió siendo tan joven en el circuito. Ella aseguró en la conversación, que fue “acosada más de 30 veces” a lo largo de sus años compitiendo.

La ex tenista expresó: “Me cambiaba en baños portátiles o un baño para evitar los comentarios, el interés o las acciones de otras personas. Tuve al menos 30 incidentes con una miembro específico del personal, intentos físicos, todos en el vestuario muy, muy temprano en mi carrera”.

“Esa empleada en particular del personal tuvo un gran problema para mantener sus manos quietas. También evitaba quedarme sola en las salas de entrenamiento porque allí también se me acercaba”, explicó Andrea Jaeger.

Duras y tristes declaraciones que salieron a la luz, tras casi 4 décadas de haber dejado la competencia mundial de tenis. Un tormento que vivió en sus pocos años siendo la niña prodigio del deporte en la categoría femenina.

La pesadilla vivida en 1982

También, señaló específicamente un episodio vivido junto a la “abusadora” que tenía en su cuerpo técnico, posterior a la celebración del Campeonato de la WTA de 1982.

Ella relató: “Cuando llegamos, ella me acompañó hasta la puerta y probó algo conmigo. Estaba tratando de besarme. Estaba tan mal que subí las escalares de casa tratando de no vomitar para que mi padre no me viera”.

Al ser consultada del porqué no conversó antes el acoso vivido, la mujer de 57 años de edad comentó que “me dijeron: ‘si dices una palabra más sobre esto, nos aseguraremos de que la beca de tu hermana en Stanford sea retirada’. Cada vez que intentaba defenderme, me amenazaban con hacerle daño”.

“Puedo ver cómo en cualquier deporte, incluso ahora, 40 años después, si un niño se enfrenta a situaciones similares, también puede quedarse callado cuando se siente amenazado. No quiero permitir que sufra más daño”, finalizó Andrea Jaeger.