El tenista serbio se encuentra varado en un hotel de Melbourne a la espera de la decisión del gobierno australiano. El número uno había sido deportado, pero sigue luchando con su equipo para participar de Grand Slam.

Novak Djokovic continúa varado en un hotel de Melbourne a la espera de la audiencia para conocer si finalmente podrá participar del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año.

Mientras tanto, decenas de fanáticos del tenista serbio hicieron manifestaciones en las calles para pedir por la liberación del número uno del mundo.

Una de las pancartas que exhibieron los manifestantes decía: “Liberen a Novax”. La alusión es al nombre del tenista y la abreviatura de vacuna.

Djokovic, quien se manifestó en contra de la inoculación del componente contra el coronavirus, es considerado un referente por los anti-vacunas.

Otros activistas aprovecharon para reclamar por los derechos de los refugiados detenidos en Australia que están en el mismo hotel de Djokovic. La policía de Melbourne debió intervenir y detuvo a algunas personas tras algunos incidentes menores.

Mientras Djokovic esperaba su destino, varias decenas de sus seguidores se reunieron en un parque cercano al hotel tocando música y protestando por su detención. Otros hicieron una vigilia con velas en las inmediaciones.

“¿Saben cómo me siento? Me siento triste”, dijo uno de los manifestantes. “Y siento que he perdido parte de mi corazón por culpa de Djokovic. Djokovic es como mi hijo”.

Consignar que el próximo lunes se sabrá, definitivamente, si el número uno del mundo podrá decir presente en la primera gran cita tenística de la temporada.