El capitán de la selección italiana de rugby, Sergio Parisse, criticó la decisión de anular el partido del Mundial de Japón de su equipo contra Nueva Zelanda, previsto el sábado, debido al tifón Hagibis, afirmando que el encuentro habría tenido lugar si los All Blacks hubieran necesitado una victoria.

“Si Italia y Nueva Zelanda deciden no jugar, muy bien. Pero si Nueva Zelanda hubiera necesitado cuatro o cinco puntos contra nosotros, [el partido] no habría sido anulado”, declaró ante la prensa en Toyota City.

El número ocho italiano se mostró también crítico con la organización, estimando que era “ridículo” no haber previsto una alternativa a la anulación, pues “no es algo nuevo los tifones en Japón”.

“Es ridículo que no haya habido un plan B. Cuando organizas un Mundial debes pensar en eso”, añadió el capitán, de 36 años, con 142 partidos internacionales y que tal vez encara los últimos de su larga carrera. Parisse es el segundo jugador con más partidos internacionales de la historia, por detrás de los 148 de Richie McCaw, excapitán neozelandés.

Esa anulación pone fin a las ínfimas esperanzas de Italia de alcanzar los cuartos de final. Habría hecho falta para ello que la Squadra Azzura ganara por primera vez al triple campeón del mundo neozelandés, además con un bonus ofensivo de al menos cuatro tries.

Parisse pide respeto

“Todo el mundo puede pensar que en un duelo entre Italia y Nueva Zelanda, ya se conoce el resultado y que habríamos perdido de todas maneras, pero nos merecemos ser respetados como equipo”, estimó Sergio Parisse.

Los All Blacks rechazaron haber tenido un trato preferencial y, en ese sentido, el segunda línea neozelandés Sam Whitelock afirmó que el “rugby es algo pequeño” ante la amenaza de un tifón.

El técnico Steve Hansen añadió: “habríamos jugado mejor el viernes, pero nosotros no decidimos”.

World Rugby, la federación internacional de este deporte, negó el presunto favoritismo afirmando que “se exploraron todas las opciones” para asegurar “una decisión consistente, justa y equitativa para todos los equipos”.

Whitelock, jugador de los Canterbury Crusaders, ya ha vivido la experiencia de la cancelación de partidos del Super Rugby debido a sucesos trágicos, como el terremoto de 2011, en el que fallecieron 185 personas y la matanza en una mezquita este año, que se llevó 51 vidas.

“Viví la experiencia de un par de partidos anulados de Super Rugby, con el terremoto y el tiroteo en la mezquita, y en ambas ocasiones entendí las razones. El rugby es una cosa muy pequeña”, dijo.

“Algunas veces, lo mejor es no jugar. No habría nada peor que haber jugado y que hubiera gente herida”, añadió el jugador neozelandés.