El piloto Andrew Grady perdió por completo los estribos después de una de las pruebas de NASCAR y tuvo una reacción inesperada contra su colega Davey Callihan, quien siquiera había descendido de su vehículo.

El NASCAR, la categoría automovilística más comercial y popular de los Estados Unidos, dejó recientemente un hecho insólito protagonizado por dos pilotos. Esto ocurrió durante la clasificatoria para la Martinsville 300, en el estado de Virginia.

Uno de los pilotos chocó contra un muro y acto seguido atacó a otro, acusándole del accidente que les dejó fuera de la competición.

Andrew Grady se lanzó contra Davey Callihan, rompiendo la ventana del conductor, y le propinó unos golpes con furia, para sorpresa de este último que se encontraba aún al interior del vehículo.

Luego Grady lanzó una patada a la carrocería antes de que un auxiliar lo levantara y arrastrara del lugar de incidente, evitando así mayores inconvenientes.

Hay idiotas que no pueden manejar una máquina de cortar césped y mucho menos una Late Model en Martinsville“, expresó un molesto Grady, quien incluso subrayó que su contrincante le hizo una mueca que desató su enojo.

En tanto, Callihan negó haberse burlado y solo expresó que “son carreras duras. Me disculpo con él primero, pero estamos luchando por nuestra vida ahí fuera. Así que hice lo que tenía que hacer”.