Connor McGregor vivió, el pasado 10 de julio, uno de los momentos más espeluznantes de su carrera deportiva. El luchador MMA sufrió una terrible lesión en el combate contra Dustin Poirier al fracturarse la tibia de su pierna izquierda en el final del primer round.

Sin embargo, luego de una semana de silencia, ‘The Notorious’ habló por primera vez del momento vivido y lo difícil que fue para él todo el proceso posterior a abandonar el ring en Las Vegas, Nevada.

“Salí de la cirugía y me sentía muy eufórico. El trabajo estaba hecho y luego choco contra una pared, ya que tengo mucho dolor”, comentó el irlandés en un video publicado para sus seguidores.

Además, McGregor descartó una pronta recuperación y aseguró que “mi movilidad va a ser así de jodida durante un tiempo. No serán unos días o incluso algunas semanas, llevará un poco de tiempo”.

Fiel a su estilo, el multicampeón encaró a Dana White y su industria tras una posible complicidad en relación a su fractura, argumentado que “hice sparring sin espinilleras y pateaba la rodilla un par de veces. Así que tuve múltiples fracturas por estrés en la por encima del tobillo. Luego tuve problemas con el tobillo a lo largo de los años de jodidas peleas todo el tiempo”.

“La gente me pregunta: ¿En qué momento se rompió la pierna? Pregúntenle a Dana White. Pregúntenle a UFC. Pregúntenle al Dr. Davidson, el médico jefe de UFC. Sabían que tenía fracturas por estrés en la pierna al entrar a la jaula“, acusó gravemente el peleador.

A pesar de la gravedad de su lesión y su frustrada pelea frente a Poirier, McGregor ve el lado positivo y se toma esta instancia como un nuevo comienzo.

“Necesitaba recibir tratamiento en mi pierna y nunca me hubiera comprometido a pasar por el quirófano a menos que hubiera sucedido algo como esto. Lo que necesitaba era una espinilla de titanio. Así que ahora tengo eso en la rodilla hasta el tobillo y el médico me dijo que es irrompible”, sentenció.