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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Nuevo capítulo en el escándalo del partido de Futsal entre Colo Colo y Coquimbo Unido, con denuncias de violencia. Colo Colo acusa a jugadores e hinchas de Coquimbo de insultos, amenazas y hasta uso de armas blancas, mientras que Coquimbo Unido afirma que la provocación vino del entrenador de Colo Colo. Ambos clubes se refutan mutuamente, con Coquimbo acusando a dirigentes colocolinos de insultos y discriminación. Colo Colo desmiente las acusaciones y presenta denuncia, exigiendo responsabilidades y rechazando la violencia.

Un nuevo capítulo suma el escándalo tras los incidentes en el partido de Futsal entre Colo Colo y Coquimbo Unido, que tuvo lugar el pasado lunes 24 de noviembre en el marco de la cuarta fecha de la liguilla por el título de Primera División de la disciplina.

Los albos, primeros en denunciar lo ocurrido, plantearon inicialmente que “jugadores e hinchas de Coquimbo Unido, quienes insultaron, amenazaron y golpearon a parte de nuestra delegación, que incluía a jugadores y dirigentes del club”. En aquellos ataques, además, aseguraron que existió uso de armas blancas.

“Uno de los simpatizantes de dicho club amenazó al capitán de nuestro equipo, Bastián Farías, con un cuchillo, una vez finalizado el encuentro”, aseveraron desde el Cacique.

La respuesta de Coquimbo Unido y la reacción desde Colo Colo

Coquimbo Unido, en tanto, dio su versión de los hechos y afirmó que hubo hechos de violencia de lado a lado, en los cuales, aseveran que el entrenador de Colo Colo provocó a sus jugadores.

“El entrenador de Colo-Colo incitó la violencia al dirigirse a nuestro jugador, Roberto Montecinos, diciendo: ‘Son unos malos cu…, están eliminados’. Además, dirigentes insultaron a nuestro arquero de forma humillante y discriminatoria con frases como: ‘Guatón cu… qué te crees, venezolano cu…’, por nombrar algunos, provenientes de personas que deberían dar el ejemplo, más aún con su público suspendido”, indicaron.

Los albos no tardaron en salir a desmentir el relato del conjunto del norte, apuntando que “las acusaciones difundidas no corresponden a lo ocurrido ese día”.

“La prohibición de la presencia de público colocolino había sido notificado, por lo que solo podían ingresar personas acreditadas por la ANFP, trámite que realizamos previamente al partido de manera habitual. Durante el partido, nuestra delegación recibió agresiones verbales, y se pidió incluso que fuéramos retirados del sector. Tras el encuentro, una mujer vinculada a un jugador de Coquimbo agredió físicamente a nuestra coordinadora, causándole lesiones. Al intervenir, nuestro capitán fue amenazado con una cuchilla por un acompañante del jugador”, detallaron.

Por último, desde la institución de Macul ratificaron que se presentó la denuncia y evidencia correspondiente para la revisión del caso “por los canales formales que correspondan”.

“Como institución rechazamos la violencia y exigimos responsabilidades para que hechos así no vuelvan a repetirse”, sentenciaron.