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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El boxeador británico Ross Kitchen enfrenta hasta 33 años de prisión en Turquía por atacar brutalmente a un taxista en Estambul. Alega problemas psicológicos como causa de su agresión, que incluyó morder al conductor y dejarlo ciego. La Fiscalía lo acusa de robo y lesiones graves. La víctima, Kadir Bicer, relata el trauma sufrido y exige justicia.

Un brutal ataque protagonizado por el boxeador británico Ross Kitchen ha dejado al mundo en shock. El púgil de 33 años enfrenta cargos graves en Turquía, tras agredir violentamente a un taxista durante un traslado desde el aeropuerto de Estambul.

El incidente, ocurrido en abril pasado y de madrugada, ha sacudido a la opinión pública, con un posible castigo al deportista de hasta 33 años de prisión.

En su declaración ante el tribunal, según el medio turco Turkiyegazetesi, Kitchen aseguró que su comportamiento estuvo vinculado a problemas psicológicos. “No me sentía bien ni siquiera antes de venir a Turquía. Pensé que me estaban secuestrando. Por eso ataqué“, explicó, añadiendo que sufría ataques de pánico.

El boxeador negó cualquier intención de robo, sosteniendo que su estado mental había influido directamente en su reacción violenta.

Kadir Bicer, el taxista de 56 años, relató el aterrador momento vivido con el boxeador. Según su versión, Kitchen comenzó a mostrar comportamientos extraños poco después de subir al taxi.

“Mientras el acusado seguía su camino, empezó a hablar solo y a reírse. Le pregunté de dónde era. Saqué mi teléfono, pero no llamé a nadie. Abrí la aplicación de traducción. Me arrebató el teléfono y lo tiró al suelo”, relató Bicer.

Bicer continuó su relato con detalles escalofriantes sobre los ataques dentro del automóvil. “Me mordió la mano. Me sangraba la mano y también el ojo“, indicó.

A medida que la situación se intensificaba, el púgil robó dinero del abrigo del taxista. Tras lograr detener el vehículo, la agresión se trasladó a la calle, donde el boxeador derribó a Bicer y lo golpeó con extrema brutalidad, dejándolo en coma.

El taxista presentó ante el tribunal las devastadoras consecuencias de la golpiza. “Me he quedado ciego, tengo pesadillas todas las noches. He perdido una extremidad. Ninguna de mis lesiones ha sido curada“, afirmó Bicer, quien añadió que aún no ha recibido la indemnización por los daños sufridos.

La Fiscalía de Estambul, que estima que Kitchen robó alrededor de 60.000 liras turcas y 45 euros durante el ataque, imputó al deportista por “lesiones dolosas con agravantes que provocaron fracturas óseas con premeditación monstruosa” y “robo con agravantes“.

El tribunal ha decidido mantenerlo en prisión preventiva mientras se lleva a cabo la investigación.