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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Aficionado de los Marlins regala pelota a su hijo tras capturarla en partido contra Phillies en la MLB. Mujer reclama la bola, alegando que era suya, generando escándalo. A pesar del incidente, equipo de Florida premia al niño con regalos y bate autografiado por Harrison Bader.

El partido entre los Florida Marlins y Philadelphia Phillies, válido por la MLB (Grandes Ligas de béisbol) de Estados Unidos, fue escenario de una imagen vergonzosa.

Drew Feltwell, aficionado del equipo visitante, capturó una pelota que cayó en una de las gradas tras un jonrón de Harrison Bader y se la obsequió a su hijo Lincoln.

Pero mientras padre e hijo se abrazaban y compartían la emoción del momento, una mujer -también con ropa de los Phillies- irrumpió en la escena y los encaró a gritos hasta que le entregaron la bola.

Según NBC Philadelphia, la fanática les exigió que le entregaran la pelota bateada por Bader porque “le pertenecía” a ella.

“La mujer me gritaba a quince centímetros de la oreja: ‘¡Esa es mi pelota!’. No podía creer que hubiera caminado hasta allí de esa manera”, contó Feltwell padre al citado medio.

El hombre también relató que “me sentí como un súper papá al ponerle la pelota en el guante y abrazar a mi hijo”, pero que optó por entregarle la bola a la mujer para “dar el ejemplo de cómo calmar una situación”.

Escándalo en MLB tuvo final feliz

Pero los Feltwell, pese al mal rato provocado por la mujer que se retiró abucheada del lugar, se llevaron un buen recuerdo del partido entre Marlins y Phillies.

Y es que mientras el partido se seguía disputando, un representante del equipo de Florida se les acercó y le dio a Lincoln una bolsa de regalos que incluía una pelota.

Eso no fue todo. Tras el encuentro, los Phillies invitaron a la familia a vestidores y se llevaron un bate autografiado por Harrison Bader.

“Mi hijo está por cumplir diez años. Solo intentamos que esta semana sea sobre él. Meter la pelota en su guante y luego sacarla me mató.Pero pasamos una buena noche gracias a la buena gente”, concluyó Feltwell padre.